El Málaga CF no tiene un idilio con la Copa del Rey precisamente. Los blanquiazules han conseguido este año romper un maleficio de cinco cursos. Bajo la actual denominación, el equipo solo ha conseguido pasar más de una ronda en tres de las veintiséis ediciones disputadas bajo la denominación actual desde 1994. El ridículo cosechado en el campo del Escobedo la edición anterior no se repitió. La victoria malaguista sirvió para cortar una racha de 2.171 días sin conseguir ganar un partido en Copa. Tras eliminar al Oviedo en la segunda ronda llega un hueso muy duro de roer y una misión imposible en La Rosaleda.
Pellicer tiene por delante un reto nunca visto. El cuadro de Martiricos no ha conseguido pasar tres rondas desde que fue renombrado. La empresa resulta todavía más complicada cuando se enfrentan a un Granada que sigue dispuesto a ser la revelación de esta edición del torneo del KO tras su gran papel la temporada pasada.
No ha tenido el Málaga muchas ocasiones para realizar la tarea que tiene por delante. En los inicios del club, en la segunda mitad de los 90, hubo dos oportunidades. El Málaga cayó eliminado en la 96-97 por un Sevilla que era colista en Primera. Derrota por la mínima en La Rosaleda y empate a cero en la ciudad hispalense. En 1998 se presentó la oportunidad de nuevo. El Málaga de Peiró caería ante el Valladolid por un parcial de 5-4 cayendo tanto en Martiricos como en Pucela. Pellicer ya ha conseguido romper un gafe, por lo que en el vestuario malaguista no descartan absolutamente nada.
El reto es complicado pero hay un precedente que anima a los costasoleños. Recién descendidos a Segunda, en el curso 2006-2007, el Málaga fue capaz de eliminar a la Real Sociedad en los dieciseisavos de final. 4-1 en la ida con goles de Salva Ballesta, Valcarce, Ernesto y Perico. La vuelta acabaría con derrota boquerona por 2-1 y con los malacitanos en octavos. Como nota curiosa, la eliminatoria la empezó Marcos Alonso y la acabó un Juan Ramón López Muñiz recién llegado a la Costa del Sol. El Málaga CF y la Copa del Rey no deja indiferente a nadie.
