La puntería de los rivales y los fallos en zonas delicadas del campo son las dos incógnitas que solucionan la ecuación malaguista. El resultado no es bueno y es que, junto al Cartagena y al Albacete, el Málaga es el equipo de Segunda con más goles encajados (25). Diez de ellos han venido de la mano de los tres primeros en la clasificación: Mallorca, Espanyol y Almería. Un problema de raíz.
Defender los centros laterales es el principal hándicap en el Málaga de Pellicer. Y a los problemas del propio cuadro blanquiazul hay que sumarle la mala fortuna que está teniendo en los últimos partidos con las decisiones arbitrales. De hecho, ese fue uno de los titulares que dejó el técnico de Castellón en la rueda de prensa posterior al choque de ayer: «Si no hay fuera de juego, tendremos que ponernos los diez dentro del área y que sea lo que Dios quiera».
No se trata de buscar el fallo en el esquema. De hecho, los de amarillo jugaron los mejores minutos del partido con defensa de cinco –Luis Muñoz retrasó su posición a central zurdo-. Además, es curioso el contraste de las cifras de esta temporada respecto a las del curso pasado: el Málaga fue el equipo Zamora con menos tantos recibidos (33). La portería imbatida frente al Logroñés puede ser un punto de moral crucial para el factor anímico boquerón. Un problema de raíz a solucionar lo antes posible.