@Adricanloz || La crisis del coronavirus que asola al país y que ha paralizado toda actividad de tipo cultural, de ocio y de carácter deportivo no supone la primera vez que el Málaga, ya sea como Club Deportivo o como Club de Fútbol, se ha visto expuesto a la suspensión de sus partidos. En la mayoría de aquellos casos, llegaron a jugarse en otras fechas, algo que a día de hoy no está garantizado que se vaya a producir. En la historia solo encontramos una ocasión en la que el titular de Martiricos no llegó a disputar nunca algún encuentro suspendido.
Fue en la temporada 1979-80. Aquel Málaga, entrenado por Viberti, agonizaba en la Primera división, y para colmo de males fue objeto de sanción de clausura de La Rosaleda por graves incidentes del público en un decisivo choque para la permanencia que se perdió contra el Rayo Vallecano (1-3), con la labor arbitral protagonizando decisiones más que cuestionables. El partido de la jornada 27 que debía disputarse contra el Almería en el antiguo estadio Mirador de Algeciras no se jugó nunca, ya que el club consideró injusta la sanción y decidió quedarse en casa. El equipo almeriense y el colectivo arbitral, por su parte, sí comparecieron en la localidad del campo de Gibraltar. Al Málaga se le dio el partido por perdido, se le impuso una multa y se le restaron tres puntos en la clasificación, prácticamente certificando el descenso a la categoría de plata de nuestro fútbol.
En todas las demás ocasiones en las que se produjeron suspensiones, los partidos aplazados sí se acabaron jugando. El 5 de enero de 1936, el Malacitano vio como su partido de Segunda división frente al Levante en tierras valencianas se veía demorado un día para no verse interferido por la celebración del Valencia – Espanyol de la máxima categoría. Más dramático fue el aplazamiento por dos días del duelo que debía disputar el Málaga en Tenerife, tras estrellarse su avión en un aterrizaje de emergencia. Más allá de una señora fallecida cuya casa quedó arrasada, por suerte no hubo víctimas mortales en la expedición.
La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) protagonizó una serie de huelgas entre finales de los setenta y mediados de los ochenta que tuvieron su consecuencia en varias jornadas o partidos aplazados en las temporadas 1978-79, 1981-82 y 1984-85. El último aplazamiento de partido del Club Deportivo Málaga tuvo lugar el 13 de enero de 1991, cuando su choque contra el Xerez se tuvo que posponer cuatro días por un cuadro de gastronteritis que padecieron hasta once jugadores de la plantilla malaguista.
Ya como Málaga Club de Fútbol, la siguiente suspensión se produjo en la temporada 1994-95, con un encuentro contra el UD San Pedro que se aplazó a causa del cierre de La Rosaleda por orden del Banco Hipotecario. En la temporada 1996-97, en un derbi contra el Granada se vio pospuesto tres semanas por las lluvias torrenciales que entonces asolaron la región. En la temporada 2011-12, otra huelga de AFE trastocó el calendario, afectando en el caso del Málaga a sus dos encuentros contra el Barcelona. El último precedente tuvo lugar la pasada temporada, cuando la visita al Carlos Belmonte se postergó un par de días por el triste fallecimiento del jugador José Antonio Reyes. Esta temporada, el Málaga trató de aplazar sin éxito su partido de la jornada 11 contra el Cádiz por contar tan solo con 11 fichas profesionales a su disposición.
