La tensión tras la derrota contra la Ponferradina sigue su desescalada particular. El equipo malaguista realizó este jueves una sesión de descarga física y mental por espacio de algo más de una hora. Si la semana pasada se vio a los jugadores blanquiazules practicar baloncesto, hoy ha sido el turno de otro deporte muy conocido. Tras una primera parte de activación en el Anexo, el grupo se dividió en tres, dos de los cuales se quedaron arriba haciendo fútbol-tenis y centros y remates, mientras que el tercero se ejercitó en el campo principal de La Rosaleda.
Los confinados del filial han regresado a la sesión. Destacó la vuelta de los canteranos Benítez, Gonzalo y David Larrubia a la dinámica de entrenamientos con el primer equipo, toda vez que el filial ya ha superado la cuarentena por un caso de COVID-19. En el capítulo de ausencias, Orlando Sá, Benkhemassa, Hicham y Julio prosiguieron con sus respectivas recuperaciones en el gimnasio. En el caso del portugués podemos decir que está casi descartado para la cita del próximo sábado en Alcorcón. Con Benkhemassa la cosa se ha complicado un poco y de las dos-tres semanas iniciales podría ir al mes de baja por culpa de una rotura muscular en el cuádriceps. Así fue el entreno en Martiricos, con una descarga física y mental muy necesaria.
