El Málaga acabó desquiciado y no pudo jugar de tú a tú a un Girona que tuvo superioridad numérica setenta y cinco minutos. Al rival malaguista no le hacía falta para ganar, su racha es la mejor de la categoría de plata con 28 de los últimos 33 puntos en juego conseguidos. Moreno Aragón fue el detonante de un partido en el que los blanquiazules estuvieron más pendientes de protestar y defender, que de jugar realmente el partido. Fue la consecuencia de un arbitraje erróneo y que además por sus formas sacó de quicio a la plantilla malacitana de principio a fin.
No hubo ningún jugador del equipo costasoleño que no tuviese algún encontronazo con el árbitro del partido. Desde el expulsado Mejías, que tardó en abandonar el juego por su discusión con Moreno Aragón, pasando por Escassi. Pellicer, que también vio la roja directa, y Manolo Sánchez, que estuvo en al picota todo el partido. El segundo entrenador también fue amonestado por el árbitro y vigilado muy de cerca por el cuarto trencilla. Una persecución que recordó más al marcaje de un central a un delantero estrella que a un arbitraje.
Moreno Aragón no se guardó nada en el acta del partido. El colegiado madrileño reflejó en el escrito el motivo de la expulsión del todavía entrenador malaguista. «Decir en voz de grito:‘¡El mismo del Logroñés, siempre adulterando los partidos!’, sentándose posteriormente en el banquillo y golpeándolo en señal de disconformidad”. Una versión que concuerda con lo que Pellicer relató en rueda de prensa al decir el de Nules que en ningún momento se dirigió a ellos. Rahmani, que ya tenía antecedentes, Cristian Rodríguez, Jairo, Juande… no quedó nadie que no tuviese un roce con el árbitro del partido. El Málaga acabó desquiciado y volverá a tener bajas el lunes ante el Leganés. Además, Pellicer podría no volver a sentarse en el banquillo malaguista en función de la sanción que le caiga.
