En la historia del Málaga CF hubo muchos fichajes ‘random’. La lista es prácticamente interminable y podría ocurrir que acabase la cuarentena por el coronavirus sin repasarlos todos. Es por eso que en Radio MARCA Málaga vamos a quedarnos con aquellos más extraños, recordados y que obviamente no llegaron a cuajar en la capital de la Costa del Sol. Jugadores fichados por el jeque, metidos con calzador por los agentes, los bluf absolutos y otras cualidades que convierten a estos futbolistas en historia, eso sí, negativa.
Tras estrenar el serial con Hachim Mastour, el segundo en la lista es otra supuesta gran promesa, una potencial estrella apodada ‘el nuevo Messi’. Se quedó en el Topa. Fernando Forestieri.
El pequeño delantero argentino nació en Rosario el 16 de enero de 1990. Su ciudad natal es, realmente, lo único que comparte con el futbolista del Barcelona. Eso y haber salido de su país siendo muy joven. Con apenas 15 años tuvo que abandonar la cantera de Boca Juniors para trasladarse a Italia huyendo de la violencia callejera y la inseguridad que ya por entonces empezaba a ser viral en Argentina.
Siendo juvenil se hablaban maravillas de un chaval que defendía la camiseta del Genoa y por el que se peleaban Italia y su país de origen para que defendiera sus colores. Conforme iba progresando, tras dos cesiones a Siena y Vicenza, su talento, eso decían algunos, emergía con más proyección si cabe.
El Málaga, en aquella temporada 09/10, venía de completar una grandísima campaña con Antonio Tapia en el banquillo. Pero no hubo acuerdo para su renovación y regresó Muñiz al equipo. Ya no estaba Salva Ballesta y ese año llegaron para suplirle los Obinna, Baha, Edinho… y Forestieri, este con el 9 a la espalda.
“Me gusta por Ronaldo, el fenómeno, no Cristiano. Tengo mucho para aprender, soy rápido y me gusta gambetear”, señaló en su presentación junto a Fernando Sanz, presidente. Y el Topa tenía razón… tenía mucho aún que aprender.
En su debut, sin embargo, engañó a todos. Formó dupla atacante con Nabil Baha y el 3-0 con el que el Málaga se estrenó en Liga ante el Atlético de Madrid del Kun y Forlán ocultó muchas de sus limitaciones. Correr corría, sí, pero como pollo sin cabeza. Se ganó un par de ovaciones de la grada por presionar… pero de fútbol bien poco. Aquel encuentro se goleó al Atlético con una chilena de Baha y dos tantos de Manu Torres y Xavi Torres tras balón parado.
Forestieri volvería a salir de inicio en el siguiente encuentro, derrota en Coruña… y poco más se supo de él. Jugó 19 partidos como blanquiazul, sólo 5 como titular, sólo 2 completos y anotó un gol. Fue ante el Mallorca y todavía anda pensando cómo pudo rematar aquel balón de espaldas. Más bien fue la pelota la que golpeó en su rostro, pero juzguen ustedes.
Tras su paso por el Málaga volvió a Italia, al Udinese, para luego regresar en préstamo al Genoa, al Empoli, al Bari y al Watford. A Inglaterra llegó en el inicio de la campaña 12/13 y es donde ha hecho carrera, aunque en la Championship, la segunda división de las islas. Tras conseguir el ascenso a la Premier, firmó en la 15/16 con el Sheffield Wednesday, con el anotó 15 goles en su primer año, 12 en el siguiente, 5 en el tercero y 6 en el cuarto. En el actual, ya con 30 años, lleva 2 tantos.
Nunca llegó a ser aquel que tanto prometía con 16 años. Pero al menos sí ha podido vivir del fútbol, conseguir dos ascensos sin llegar a debutar en la Premier y convertirse en ídolo del Sheffield. En Málaga, su recuerdo fue el de un niño que tuvo que escuchar broncas de su madre por salir de fiesta cuando el equipo no hacía más que perder y que corría agarrándose las mangas.
