Es la ley del fútbol. Trenes que van y vienen. Caminos que se cruzan, otros se separan y algún que otro pasajero que sigue en el trayecto. Es el caso de Ramón Enríquez, el último superviviente de la generación del San Félix que ya empezó a desangrarse años atrás y que prácticamente es fruto de la hemeroteca. Un San Félix que llegó a tocar las semifinales de la Copa del Rey juvenil de División de Honor allá por 2018. Aun escuece cómo cayó eliminado por el Real Madrid en el partido de vuelta.
Este lunes se hacía oficial la salida de Cristo Romero rumbo al Intercity de Alicante. Semanas atrás la de Ismael Casas rumbo al fútbol chipriota. Y ahora, en la rampa de salida está Gonzalo Crettaz. El guardameta fue titular en gran parte de la campaña dirigida por Alejandro Acejo junto a Nacho Pérez. Mismo escenario que vivió Alberto Quintana, Vicario o en temporadas pasadas Mike Cevallos, actualmente en la cantera del Ibiza, o Cristóbal Peñarroya, actualmente sin equipo.
Este curso solo quedará Ramón Enríquez, como último superviviente de esa plantilla. Después de hacer una gesta en el fútbol andaluz, llegó a tocar techo eliminando a canteras como la Real Sociedad o el propio Atlético Madrileño. Se quedaron a poco de alcanzar la final de la Copa del Rey.
Esta temporada, pese al posible canto de sirenas, el propio Manolo Gaspar reconoció públicamente la apuesta por el centrocampista de Órgiva y de no tener ofertas por un Ramón que tiene la posibilidad de certificarse como un elemento clave en la medular del Málaga CF pese a la gran competencia en la zona.
