Lío en Butarque donde Asier Garitano podría tener los días contados como entrenador pepinero tras una nueva derrota. Borja Garcés, que sonó para ser fichaje del Málaga este verano, dejó plantado en uno de sus partidos más importantes al cuadro madrileño, a sus compañeros y al cuerpo técnico. Así lo ha denunciado el propio entrenador del Lega en una rueda de prensa cargada de tensión tras la derrota contra el Tenerife en casa. El jugador cedido por el Atlético de Madrid se marchó sin permiso del técnico a la boda de su hermano en Melilla. Borja Garcés avisó esta semana de sus intenciones y tras recibir el no a su decisión de ir a la boda por parte del club tomó la decisión de acudir de igual forma.
Desde el entorno del jugador hablan de la ley de los trabajadores al ser la boda de un familiar directo. El futbolista se escuda en que cualquier trabajador del planeta tierra tiene derecho a ese día libre por motivos claros e inapelables. “Era un jugador querido por mí, pero no acepto esas situaciones absolutamente de nadie estemos como estemos. Este chico, mientras yo esté aquí, no volverá a vestir la camiseta del Leganés”, fue lo que dijo Garitano en la rueda de prensa posterior al partido.
Borja Garcés fue un objetivo claro del Málaga este pasado verano. El delantero, natural de Melilla, era objeto de deseo de un Manolo Gaspar que está verdaderamente enamorado de su juego y sus goles. Finalmente, la llegada tardía del dinero del fondo de inversión CVC dejó al Málaga sin opciones cuando el Leganés se metió por medio. Fue Sekou, segunda opción, el que se acabó fichando. Garcés ha jugado 9 partidos con el Lega, pero solo ha sido titular dos veces. Todavía no ha marcado y está claro que no está siendo su temporada.