No es casualidad -sino causalidad- lo que le está ocurriendo al Málaga en La Rosaleda. Con la del pasado sábado frente a la Ponferradina son ocho partidos consecutivos los que lleva el conjunto de Sergio Pellicer sin conocer la victoria en casa. Normal que sea el segundo peor local del campeonato con un promedio de un punto por partido en Martiricos, solo superado en esta estadística negativa por el Sabadell.
Una racha que empieza a asfixiar a los boquerones. De hecho, es la mayor racha sin ganar en casa desde el descenso a Segunda División. Tres años después, el Málaga iguala en dicho apartado a un equipo que solo llegó a sumar 20 puntos en toda la liga. Menos mal que a la actual plantilla les está salvando su buen hacer lejos de la Costa del Sol, lugar donde están consiguiendo más de la mitad de su puntuación clasificatoria.
Con el Málaga aun en Primera División hubo también una racha de ocho partidos empatando y perdiendo como local. Levante, Betis, Espanyol, Girona, Atlético, Valencia, Sevilla y Barcelona se llevaron puntos de manera consecutiva de La Rosaleda. En esta ocasión, tres años más tarde, son Mirandés, Espanyol, Leganés, Lugo, Cartagena, Logroñés, Oviedo y Ponferradina los que disfrutaron de Martiricos.
La especiales diferencias de este paralelismo radica en dos aspectos claves a tener en cuenta. Una de ellas es que este lapso fue en Primera División, por lo que los rivales eran de mayor calibre y nivel. Sin embargo, en este periodo el Málaga no ha contado con la presencia de público, su mayor y mejor ingrediente para conseguir sumar de tres en casa. Pero no es excusa. Esta es la mayor racha sin ganar en casa desde el descenso a Segunda División.
