El Málaga puede conseguir la permanencia matemática en Oviedo, que sería la tierra prometida de los boquerones. Los blanquiazules ya han alcanzado la cifra mágica de los 50 puntos. El empate contra el Mallorca ha dejado los deberes casi hechos pero todavía no finiquitados. La visita del lunes al Carlos Tartiere puede ser tranquila si se dan los resultados apropiados. El Málaga jugará después que todos sus rivales por la permanencia en Segunda. Castellón, Logroñés y Sabadell son los equipos que el cuadro de Sergio Pellicer vigilará muy de cerca. Tres partidos, todos entre sábado y domingo, que en función de como acaben obligarán al Málaga a ganar o empatar para certificar un objetivo que es virtual.
El Castellón, último rival en visitar La Rosaleda este curso, es el que inaugura este tren de partidos a los que el Málaga debe estar atento. Los de Castalia se miden ante la Ponferradina el sábado a las 16:00 horas de la tarde. Si no suman quedarán como muy cerca de los malacitanos a nueve puntos. El domingo a las 14:00 horas es el turno del Sabadell de Antonio Hidalgo contra el Tenerife. A diez del Málaga, y con el average particular perdido, todo lo que sea no ganar les imposibilita adelantar a los boquerones. A las 21:30 horas del domingo será el Leganés – Logroñés. Los riojanos necesitan, al igual que el Castellón, puntuar si quieren tener opciones de adelantar al equipo de Martiricos.
El Albacete ya no puede adelantar al Málaga desde la pasada jornada. Algo que también le puede ocurrir al Lugo si no gana en su visita a El Molinón. Los gallegos no recuerdan lo que es ganar y su dinámica hace que caminen vertiginosamente hacia el farolillo rojo de la clasificación. Si el Málaga gana en Oviedo neutralizaría hasta las victorias de algunos de estos equipos. Un empate, si se dan los resultados adecuados también certificaría todo. Oviedo puede ser la tierra prometida de un equipo que con 50 ya casi lo celebró ayer sobre el césped.
