Restan dos semanas para el momento esperado, el inicio de una nueva temporada. Empezar con la máxima plenitud física es la prioridad de los jugadores. Para los del Málaga, sin excepción alguna, también lo es, aunque lo cierto es que el rendimiento de los hombres de Pellicer está siendo excelente. El único que está por detrás en este apartado, y con diferencia, es Orlando Sá.
El delantero participó por segunda vez con el conjunto blanquiazul, y se notó que le falta ritmo competitivo y fondo para aguantar 90 minutos. La inactividad con la que llega después de superar la lesión del talón de Aquiles es notable, más no preocupa si se pone a tono para la primera fecha.
Es este motivo el que le ha impedido interactuar más con sus compañeros en los dos encuentros. Frente al Cádiz tuvo movimientos de ratón de área. Quizás sea lo más reseñable del portugués, sus intenciones y desmarques. Con el balón, poco que reseñar. Un par de remates desviados y alguna que otra triangulación con los jugadores de segunda línea.
Salvando las diferencias, que las hay y muchas, es del perfil de Sadiku, inerte lejos de la portería, pero dañino cerca de ella. Eso sí, mucho trabajo tiene por delante el luso para ofrecer goles al equipo. Dos semanas de preparación máxima antes del inicio de una temporada que se presenta, a priori, bastante complicada para el cuadro blanquiazul.
