El partido del Málaga dejó muy buen sabor de boca a la afición malaguista por varios motivos. La intensidad que recuperó el equipo presionando arriba o la ruptura de la mala racha contra los equipos de la zona alta. Cualquier dato vale para un cuadro blanquiazul que despidió el terreno de juego con buenas sensaciones. Los 50 puntos ya están en el bolsillo y todo ello ocurrió con un hombre sobre el césped. En el descanso del choque ante el Mallorca, Pellicer dio entrada a Luis Muñoz al terreno de juego. El canterano tuvo un regreso notable y fue el alma del equipo en la segunda mitad.
Al principio engañó. Luis Muñoz salió al 150% presionando a todo aquel que se ponía por delante. El canterano de Nueva Málaga fue el protagonista de una jugada en la que casi se canta el dos a uno. Una carrera de cincuenta metros que acabó en pase de Caye Quintana y en parada de Manolo Reina. Minutos antes también finalizó una jugada, aunque ese disparo se marchó a la nubes. El ‘8’ de Martiricos la pedía y se gustaba en todas las jugadas. Una versión muy parecida a la que ha dado el futbolista durante esta segunda vuelta antes de la lesión.
El segundo tramo de su partido ya fue más lógico. El cansancio se hizo notar y el jugador, que lo había dado todo durante veinte minutos, bajó revoluciones. El resultado fue un partido notable por parte del canterano. Por encima del 70% de efectividad en los pases y mucho criterio a la hora de sacar la pelota desde atrás. Su entrada en campo mejoró a todos los que le acompañaron en la medular. Coincidió también con el regreso al 4-1-4-1 de Pellicer. Escassi fue a su sitio y el Málaga tuvo un rato al Mallorca contra las cuerdas. Un mes y tres días después regresó el canterano al campo, demasiado tiempo sin él.
