Málaga y Las Palmas continúan preparando el partido de mañana a las 21 horas en el Estadio de Gran Canaria. El duelo correspondiente a la jornada 30 de Segunda con dos conjuntos que tienen los mismos puntos, pero viven realidades opuestas: los blanquiazules consiguieron ante el Racing su tercera victoria consecutiva, mientras que los canarios acumulan nueve jornadas seguidas sin conocer el triunfo.
Seis empates y tres derrotas acompañan a los pupilos de Pepe Mel que castigan a un entorno marcado por la marcha de Jonathan Viera en clave amarilla. Son el penúltimo equipo en una supuesta clasificación de la segunda vuelta con solo cinco puntos y siendo mejores que el Fuenlabrada, equipo revelación en la ida. Esto refleja la montaña rusa que es la categoría de plata.
Los insulares vienen de cosechar un empate a uno en casa del Alcorcón. Una de cal y otra de arena. La llegada de Fede Varela es uno de los puntos a destacar. El jugador argentino cedido por el Leganés fue el autor del último gol de su equipo. Una diana y una asistencia en sus seis partidos disputados hasta el momento. Por otro lado, la lesión de Ruiz de Galarreta puede ser un hándicap a tener en cuenta. Se le calculan dos meses de baja al vasco. Momento delicado en la isla.
Hablar del estado por el que pasa el cuadro de Martiricos es todo lo contrario. El ambiente en el conjunto blanquiazul es inmejorable. No solo los resultados sobre el verde acompañan, sino que el entorno extradeportivo empieza a esclarecerse. Dos realidades muy distintas que pueden interpretar el devenir del partido, aunque en esto del fútbol todo es impredecible.
