La realidad es la que es: el Málaga hizo frente al Girona, sin dudas, uno de los mejores arranques de partido de la temporada; pero la expulsión del ‘2’ dio un giro de 180 grados al devenir del encuentro. Mejías, Mejías, Mejías… El zaguero cedido por el Leganés se desentendió del juego soltándole un codazo a Cristhian Stuani y Moreno Aragón acertó mostrándole la cartulina roja y el camino de los vestuarios antes de tiempo.
De hecho, antes del pitido inicial ya venía con la amenaza de la sanción por las cuatro tarjetas amarillas de su mochila. Debe ser muy frustrante ver cómo de explosivo está tu equipo hasta que te cargas el partido en una acción aislada. Restan dos partidos y lo único a lo que puede apuntar Mejías es tener minutos en el cierre del telón frente al Castellón en el lugar del crimen.
Cristian Rodríguez, segunda víctima
A pesar de todo esto, lo de Mejías no fue el único jarro de agua helada en el malaguismo, sino que Cristian Rodríguez vio la amarilla en los compases finales por protestar efusivamente una posible mano de Yan Couto en el área del Girona. Una cartulina que también le obligará a cumplir ciclo de sanción el próximo lunes, cuando el Málaga visitará el templo de Butarque en la lucha de los madrileños por aferrarse a los puestos de playoff.
