Los peores presagios se han hecho realidad para el Málaga CF. El cuadro de Martiricos conoció en la tarde de este lunes que se quedará sin Pablo Chavarría lo que resta de temporada. La noticia ha cobrado forma hoy pero en la noche del lunes y tras la derrota en Anduva, no se hablaba de otra cosa en la expedición malaguista. A Manolo Gaspar se le abren ahora dos opciones para buscar un sustituto a Chavarría. La primera de ellas, y en la que ya se trabaja, es fichar a un jugador con permiso de LaLiga. Una opción a la que se recurrió con la lesión de Calero. La otra fórmula es apostar por algunos de los delanteros que tiene el cuadro de Martiricos en la cantera.
La primera exploración de Pérez Frías ya arrojó que la lesión sería grave. Lo supo Pellicer, que deslizó en sala de prensa que su deseo es que no lo fuese, y lo sabía Manolo Gaspar en la misma noche de ayer. Desde ese momento, el paleño ya se ha puesto a trabajar en la posible opción de incorporar a un delantero. Pero la reciente bajada salarial al club de Martiricos y la fecha no ayudan demasiado. En la secretaria técnica no quieren firmar por firmar. Manolo Gaspar ha deslizado a su entorno que el Málaga no puede tirar el dinero. Firmar a un delantero sin forma que no pueda rendir, si es que lo hace, hasta mayo no es la solución más apetecible.
Hay que recordar que primero tenía que dar el ‘ok’ LaLiga, que ya ha contestado positivamente. La patronal tiene consideración en estos casos extremos. El jugador que venga deberá cobrar el equivalente a 4 meses del salario mínimo, además de estar sin equipo. No vale que un jugador con contrato actual rescinda antes y luego firme. Con todas estas connotaciones busca ya Manolo Gaspar el sustituto de Pablo Chavarría, la misión más difícil a la que se ha enfrentado el director deportivo hasta ahora.
Entre los jugadores con ficha del filial que pueden cubrir esa plaza se encuentra Ramón. No así Ismael Casas, cuyo contrato sobrepasa los 80.000 euros. Para poder hacer ficha al de Linares habría que establecer un nuevo contrato, un galimatías complicado. En el caso del mediocentro de Órgiva, las condiciones de su nuevo contrato hasta 2024 no entran vigor hasta la próxima temporada, por lo que sí cuadraría tanto a LaLiga como al club boquerón. La vía que agotará el Málaga antes será la de peinar una y cien veces el posible mercado.