Acabó la temporada 19/20 en Primera división con suerte muy dispar para los malagueños que la han disputado. Los grandes triunfadores, los madridistas Isco y Brahim, campeones de Liga. En el caso de este último, a pesar de sus escasos minutos de juego, se estrena en su primera campaña completa como blanco con el título.
Quien también debe estar feliz es Antoñín. El de La Palmilla llegó al Granada en febrero tras su irrupción en el Málaga. Con los rojiblancos, siendo revulsivo desde el banquillo, ha obtenido el pase a la Europa Liga.
En el lado opuesto, dos que han visto cómo se torcían las cosas para los suyos. Uno, Manolo Reina ya supo en el penúltimo encuentro que su Mallorca descendería sólo un año después de haber subido. El portero ha sido, no obstante, uno de los mejores en los bermellones.
El segundo en discordia, Recio. El centrocampista del Leganés fue titular en el duelo ante el Real Madrid, e incluso dispuso de una buena ocasión pero su disparo fue detenido por Areola. Un gol le hizo falta a los pepineros para superar al Celta y quedarse en la máxima categoría. Lo intentaron con todas sus fuerzas, pero el conjunto blanco resistió con cierta polémica con el VAR.
Otro malagueño que tampoco tendrá buen recuerdo individual es Kiko Olivas. El central antequerano consiguió el objetivo de la salvación con el Valladolid, donde es un referente. Sin embargo, se rompió el cruzado y le quedan muchos meses por delante para poder regresar a los terrenos de juego. Mucho ánimo para él.
Junior Firmo, en su debut con el Barça, o Juanmi y Loren, en el Betis, son otros malagueños en Primera que no han podido cumplir con las expectativas que tenían a principio de temporada. El lateral se ha mostrado muy lejos de ser competencia real para Jordi Alba. Los dos puntas verdiblancos, tampoco han estado en su mejor forma.
