Un millón de euros con el ERE no es suficiente ahorro para lo que necesita el Málaga, por lo que los jugadores terminarán sufriendo también medidas drásticas. La crisis va mucho más allá. De ahí que después, pero más pronto que tarde, haya que tocar su salario en un alto porcentaje. No hay otra.
El Málaga, como el propio administrador judicial indicó a la jueza, tiene previsto un desfase de 15 millones de euros sólo en los gastos de la primera plantilla para la temporada 20/21. Si a eso se le añade la pérdida de ingresos por el Covid-19, como el dinero de las entradas, por ejemplo, el déficit se dispara ya a los casi 20 millones.
Una barbaridad para la que se requieren medidas extremas. La complicada situación accionarial de la entidad malacitana no ayuda. Nas Football es la actual máxima accionista con un 96,8 % del total. Pero esta sociedad, cuyo 51% es de Al Thani y el 49 restante de BlueBay, sólo es provisional hasta que haya una sentencia firme. De ahí que una posible ampliación de capital o la llegada de algún nuevo inversor se antoja prácticamente imposible.
El ahorro mayor, en los salarios de los futbolistas
Para la próxima temporada, la situación contractual de algunos jugadores es prohibitiva. Por ejemplo, Juanpi Añor, en su último año de contrato, cobraría 2 millones de euros brutos. Ya sólo él se comería prácticamente la mitad del tope salarial. Si se le añaden otros pesos pesados que firmaron en Primera, la resultante es dramática para el club.
Por ello, entre las medidas que adoptará José María Muñoz, además del ERE, se encuentra la de tocar el sueldo de los futbolistas con vinculación en vigor. Lo del 10 o 15% de rebaja en las fichas de jugadores de otros equipos se quedaría en una anécdota para lo que realmente necesita el Málaga.
El mercado, por desgracia, tampoco ofrecerá grandes opciones de traspaso como el de Ontiveros el pasado verano. Tan sólo Keidi Bare parece tener hoy en día mercado. Pero ni mucho menos se acercarán sus cifras a las del extremo marbellí.
De momento, el administrador quiere que el primer equipo se concentre en salvar la temporada sobre el césped cuando se reanude. Mas el verano será muy duro para todos. Ni pensar si el equipo no es capaz de mantener la categoría. Así que en el Málaga el ERE va primero, pero los jugadores no se librarán. Tiempos duros, no, son peores.