El pasado final de Liga, Luis Muñoz forzó la maquinaria para jugar en la recta final del campeonato a las órdenes de Pablo Guede. El mediocentro de Nueva Málaga no cumplió con los baremos físicos que exigen los médicos para recomendar la vuelta al verde de un jugador que ha sufrido una lesión de ligamento cruzado. Tal y como adelantó Radio MARCA Málaga, el canterano se saltó las reglas para estar. Fue una petición de Guede, una de tantas. El argentino también retrasó por ejemplo la jubilación de Pérez Frías este verano. Hoy día, se han podido comprobar las consecuencias sobre Luis Muñoz en esta temporada 2022-23.
Evidentemente, todo lo que se explica a continuación nada tiene que ver con la roja del domingo en Albacete. Luis Muñoz no cumplió con los requisitos. Algunas de esas pruebas tenían que ver con la movilidad de la zona de la lesión. Otros test eran sobre la repetición de movimientos. El 30-15 IFT de unas carreras de 40 metros, el RSA, que mide la repetición de sprints del jugador con pequeños intervalos de descanso o el CMJ, para ver la capacidad de salto del futbolista. En todos ellos el jugador debe superar el 90% de sus valores de referencia. Según ha podido saber Radio MARCA Málaga, algunas de esas pruebas ni fueron realizadas.
Luis Muñoz hablaba de ello esta semana en sala de prensa. “Tengo que ir cogiendo ritmo, creo que estoy bien, pero no me están saliendo las cosas. Sí que volví antes de tiempo, pero eso no tiene nada que ver. No me he quedado cojo. La lesión estaba estipulada para volver a competir entre 9 y 12 meses. Volví a los 6 meses y medio. La recuperación había sido buena, me encontraba bien y yo quiero forzar un poco porque mi compromiso con el club es 100%”. Es cierto que nadie obliga al jugador a volver, pero el aspecto emocional que le impone Guede pesa mucho en la decisión del jugador. Luis Muñoz llega a volver al verde con cierto miedo y las consecuencias se han quedado en cierta forma de inseguridad.