Málaga CF y Burgos CF se citan en el antepenúltimo partido del año 2024. En El Plantío se verán las caras dos equipos a los que solo dos puntos le separan en la clasificación. Los blanquinegros cambiaron de entrenador el 28 de octubre, tras los malos resultados obtenidos por Bolo en el primer tramo del curso. Su recambio fue Luis Miguel Ramis, un entrenador con experiencia en la categoría que ha pasado por los banquillos de RCD Espanyol, Tenerife, UD Almería y Albacete. En la rueda de prensa previa, el de Tarragona ha destacado que «recibe a un Málaga CF muy descarado y con hambre».
Presión por parte de su afición y exigencia del calendario. «El foco lo tenemos puesto en el partido del domingo, obviamente, ante el Málaga, pero vienen nueve puntos muy importantes. Sentimos la misma necesidad que la semana pasada para alejarnos de esas posiciones en las que estamos y poder ir dando pasos adelante de forma más firme. Sentimos la necesidad de sumar tres puntos. Entiendo en algunos momentos la respuesta de la afición, pero les pido un poquito de tranquilidad en ese sentido. Tenemos que hacernos fuertes también defendiendo nuestra portería. A nivel ofensivo vamos a generar, porque el equipo tiene capacidad para ello, me preocupa un poco menos, pero, hemos recibido demasiados goles y eso pasa porque el equipo coja confianza en esa fase de juego. Sé que la afición nos va a apoyar, necesitamos su calor. Es bueno que nos aprieten porque nos hace reactivarnos. Creo que vamos dando pasos adelante, ojalá que se vaya viendo reflejado en el resultado y que nos convirtamos definitivamente en un equipo más difícil de lo que hemos sido por algunos momentos en algunos partidos».
Sobre el Málaga CF. «Es un equipo muy dinámico y descarado, con individualidades buenas. Compiten muy bien, y con balón son un equipo elaborador y dinámico, con jugadores jóvenes con talento y muchas ganas. Un equipo con hambre. Tienen una estructura y una intención diferente al Eldense del otro día. Pero, nos fijamos mucho en nosotros, si nosotros nos acercamos con los matices que tiene el partido y el rival a lo que queremos nosotros, llevaremos la iniciativa, generaremos situaciones de gol. Pero, como siempre, habrá fases en las del partido en las que tengamos que protegernos y fases en las que tendrán que hacerlo ellos».
El rey del empate y un Málaga que no conoce la victoria a domicilio. «Eso habla de la importancia que le dan a todas las fases del juego. Habla de un equipo equilibrado en el que si no puede ganar, pues suma. Y fíjate lo que supone no haber ganado, pero haber empatado siete partidos, pues súmale siete puntos a los que tenemos nosotros. Si hubiera sucedido en el mismo número de partidos, haciendo una metáfora, sería aún similar a esa situación. Los empates no son importantes hasta que te plantas a falta de cinco jornadas y te han dado diez puntos. Y en esta clasificación, al final del año, 10 puntos puede suponer estar el quinto a punto de descenso o estar casi en playoff. Imagínate si es importante muchas veces guardar. A veces, y todos queremos la victoria porque multiplica, son tres puntos. Está claro, pero hay situaciones en las que los empates se ven mucho más positivos desde una perspectiva más lejana. En el momento no nos gustan a nadie. Pero luego, cuando haces la valoración a final del año, son determinantes también. Claro, si conviertes esos empates en victoria, entonces esto ya es otra historia, pero eso es difícil de conseguir. Por lo tanto, darle importancia absolutamente a todo».
