El Málaga ha salvado el maratón de partidos de la categoría de plata -cinco partidos en apenas quince días- con un aprobado. Los blanquiazules han sacado la mitad de los puntos en juego y eso debe ser suficiente como media para lograr el objetivo impuesto por todos en el club, la permanencia. Aunque el balance es positivo, el regusto que ha quedado en el paladar de la afición es un poco amargo. No se ganó al Mirandés en casa y perder claramente los partidos contra el Mallorca y el Espanyol. Ahora, los malaguistas vuelven a su Liga, la de la zona media o templada de la tabla.
El calendario coloca al Sabadell y a la Ponferradina como los próximos equipos a enfrentar. Unos duelos, en teoría, más del nivel del Málaga. Hay que recordar que solo el salario de Raúl de Tomás, que anotó un gol en La Rosaleda y repartió una asistencia, es similar al límite salarial del cuadro de Martiricos. Los blanquiazules tienen muy claro que para hacer valer los primeros triunfos del maratón anterior, Zaragoza y Sporting de Gijón, es importante no fracasar en los dos próximos partidos. De lo que ocurra en la Nova Creu Alta y en La Rosaleda dependerá el futuro inmediato del proyecto. La afición pese a las dos goleadas se mantiene expectante al respecto.
Sabadell y Ponfe, rivales de la Liga del Málaga
El propio Pellicer huye de ese término. El técnico de Castellón no quiere oír hablar de Ligas paralelas. Aunque el discurso de permanencia de Manolo Gaspar y él mismo, aleja a rivales como Mallorca y Espanyol de su propia competición. “Son tres puntos, no estamos en distinta liga, estamos en la misma liga y tenemos que competir”, explicaba el técnico. Tras estos dos próximos rivales llega el Leganés, otro ‘coco’ de plata. Hay que recordar que los malaguistas han encajado 10 goles ante los rivales favoritos al ascenso. Los malaguistas vuelven felices a su Liga.
