Pese a vivir su etapa más crítica desde que aterrizó en Málaga, el míster malaguista ha dejado claro algunos aspectos. Por un lado que el plan ha ido variando. Sin éxito, pero al mes y medio de competición ha ido mutando su propio sistema de juego. Empezó la pretemporada con cinco defensas, probó línea de cuatro, rombo incluido, y recientemente hasta incluyó un centro del campo con los teóricos jugones. Más allá de esas modificaciones, de momento sin éxito, hay una serie de intocables para Pablo Guede.
Más bien son nombres propios. Por un lado en la portería, Manolo Reina. El veterano cancerbero es el guardameta escogido. Lo ha jugado todo. 450 minutos. No ha podido dejar la meta a cero en lo que llevamos de LaLiga SmartBank, pero el de Villanueva del Trabuco le gana la partida a Rubén Yáñez pese a haber recibido nueve goles. El madrileño sigue inédito, no se atisba un cambio en la meta tal y como justificó Guede en rueda de prensa y solo se le ha podido ver su nivel en los 315 minutos que firmó en pretemporada.
El otro intocable de Pablo Guede es Rubén Castro. Pese a sumar un solo gol en cinco jornadas, es el futbolista que más ha disparado en Segunda División. 17 lanzamientos. De momento está en sus números y es que hasta la sexta fecha del campeonato del curso pasado no rompió. Se marchó hasta las 20 dianas, pero no fue hasta esa jornada cuando anotó su primer doblete y sus dos primeros tantos con el Cartagena.
El delantero canario también ha jugado los 450 minutos. Siempre ha dado la sensación de mostrar su pólvora aun teniendo ‘media ocasión’ dentro del área, pero su semblante recientemente es el de no estar pasándolo bien. Tras esta cifra de minutos, le sigue de cerca Aleix Febas con 445. Los tres son ‘casi’ intocables para Pablo Guede puesto que son los únicos jugadores de la plantilla que siempre han salido de inicio en lo que llevamos de calendario.
Esta bien pero el balón tiene que salir del portero y llegar al delantero dentro del área rival. Y eso no está ocurriendo. El sistema de juego no provoca peligro en la portería contraria y así no hay goles ni puntos.