El 14 de agosto es la fecha marcada de rojo en el calendario del Málaga. A falta de semanas para el debut liguero contra el Burgos, la pretemporada sirve para asentar las bases y el míster empieza a dejar connotaciones del que será su primer proyecto blanquiazul desde el comienzo. No solo en clave de nombres propios, sino también en cuanto a ciertos automatismos tácticos que se vieron frente al Hull City y en el 6-0 al Vélez de esta mañana. Llegan los innegociables de Pablo Guede.
Con el alma de equipo no hay dudas, el juego ofensivo va de manual y por decreto real. Verticalidad, rapidez en las combinaciones, acumulación de futbolistas en tres cuartos de campo… Estas prestaciones se han visto y se verán con un esquema de cinco defensas y sin extremos. De momento, la pizarra del argentino no contempla la idea de sacar a pasear una variante diferente desde el pitido inicial. No obstante, el devenir de cualquier encuentro podría cambiar su perspectiva, algo que ya se apreció en las últimas ocho jornadas del curso pasado.
Además, una de las grandes exigencias personales del líder boquerón es mejorar los registros goleadores en los jugadores de segunda línea -los Luis Muñoz, Aleix Febas, Ramón y compañía…-. A falta de las guindas finales para rematar la plantilla, el Málaga cuenta ya con un alto porcentaje de la tripulación que dará el pistoletazo de salida a una temporada en la que la ilusión ha resucitado en Martiricos. Un equipo ofensivo… que jugará con línea de cinco atrás. Estos dos factores son los dos grandes innegociables de Pablo Guede que apuntan a El Plantío.
