«Un grupo de canteranos con los que estoy muy contento», esta fue la frase utilizada por Sergio Pellicer para definir su sentir con los jóvenes blanquiazules. Unos jugadores que se abren paso entre profesionales consagrados. El último en sumarse a la dinámica y al tren fue Julio con un buen partido frente al Sabadell.
Y es, precisamente, lo que demanda y necesita el técnico de Nules. Ante el déficit de fichas profesionales -solo 18-, la plantilla requiere más piernas para encarar la temporada. Ahí es donde aparece la oportunidad para el canterano, como así está sucediendo. Por suerte, están derribando la puerta todo aquel que ha sido llamado por Pellicer.
Ismael Casas, Juande, Ramón o Julio son algunos de los fijos para la liga. Pero necesitarán de todos los jugadores, como decía el entrenador en la rueda de prensa previa a la cita contra la Ponferradina: «Tenemos 18 profesionales, pero un grupo de canteranos con los que estoy muy contento de cómo están rindiendo. El otro día lo vimos a un alto nivel. Nosotros hacemos muchas horas de trabajo en los entrenamientos y le damos mucha importancia a lo que ocurre en ellos. Cada día de entreno es uno de evolución. Aquí sabemos perfectamente que necesitamos de todos».
Un fondo de armario amplío si se tiene en cuenta a un filial repleto de jugadores ansiosos por una oportunidad. Habrá tiempo para ello, más en una categoría donde nadie puede relajarse ni vivir del pasado. «No sirve el rendimiento del pasado, solo del presente. Nadie se puede dormir, nuestra exigencia es como si fuese el primer día y el último», decía Sergio Pellicer sobre los canteranos y el equipo.
La cantera es, sin duda, el sostén de un club que se está nutriendo del buen rendimiento de la camada de talentos que ha ido formando en estos últimos años. Mucho fruto por extraer de un filial repleto de jugadores exquisitos… Y Pellicer bien lo sabe.
