La llegada de Pablo Guede supuso un aire de ilusión y de corriente positiva. En todos los aspectos. Primero, en ver cómo su aterrizaje podía enderezar el rumbo de un equipo tocado psicológicamente, que que se acercaba al abismo y segundo, no menos importante, que deportivamente no tenía solución y no era capaz de enmendar graves problemas tácticos. Entre ellos: el poco gol y la poca pólvora. Es ahí donde fue cuestionado por la situación de Loren Zúñiga. El atacante juvenil del filial rompía a goles en este 2022 y parte de la afición lo quería ya en el primer equipo.
Guede tenía claro el plan y así lo hizo saber a todas las partes. Un mensaje público y que zanjaba cualquier debate. “Si tenemos que poner sobre la espalda de un chico de 19 años la responsabilidad de que sea el goleador del Málaga, nos vamos a cargar al chaval. Podría ser muy agresivo. El club hizo un gran esfuerzo por retenerlo. Le vamos a dar la oportunidad de que se entrene con nosotros y con el trabajo diario se verá si está para entrar o no”, dijo al respecto.
Mientras tanto, Loren Zúñiga responde y espera su turno. El año del blanquiazul en cuanto a goles se refiere es medible. Ya debutó el curso pasado con Pellicer, pero este curso ha eclosionado. Firma 13 dianas en la fase regular, con varias actuaciones destacadas y siete dianas en sus partidos disputados con el División de Honor Juvenil. No menos importante, Loren vio puerta con la selección sub-19 de España. Es el nueve titular y su carta de presentación registra más de 20 goles si sumamos todas sus actuaciones.
Guede, hombre de fútbol, ha sabido medir la velocidad en este aspecto y marca la hoja de ruta. Nadie más. No solo es que sea entrenador sino que también vivió como delantero su etapa profesional. Entrenamientos, cuando lo estime el argentino oportuno, con el primer equipo y partidos con el Atlético Malagueño.
El atacante de la sub-19 asume el rol, pero mientras habla en el terreno de juego. Donde debe hacerlo. Sin ruidos externos ni internos. Cantos de sirena haberlos haylos, pero forma parte de un proceso de profesionalidad. Al igual que cuando en verano quedó relegado por la irrupción de Roberto Fernández. Ahora, Loren Zúñiga responde donde hablan los jugadores y espera su turno como proyecto de delantero que costará millones.
