El 29 de septiembre de 2020 ha pasado a ser desde ya una fecha histórica para el Málaga CF. No solo para los blanquiazules, sino para el fútbol en general con el primer gran ERE a una plantilla de fútbol. Finalmente fueron ocho jugadores los que salieron en última instancia, pero la lista era mayor al principio. Si todos se hubiesen enrocado, anoche se hubiese anunciado el despido de más de 13 futbolistas. Solo dos jugadores, al margen de los que estaban en el ERE simplemente por formalismos como era el caso de los nuevos fichajes, han sobrevivido al expediente. Es el caso de Lombán y Benkhemassa, los únicos supervivientes.
El caso del central de Avilés se veía venir. Lombán fue de los primeros jugadores que se sentó a hablar con la dirección deportiva para arreglar su contrato. Su renovación automática pilló en fuera de juego a la entidad de Martiricos que no tuvo más remedio que renovarle sin negociar. Una vez ocurrido eso, Lombán ha puesto todo de su parte para seguir jugando en La Rosaleda. El zaguero renueva hasta 2022, uno más de lo inicialmente previsto tras su ampliación veraniega. Con la llegada de Mejías y su inscripción, la defensa queda cerrada a la espera de Luis Muñoz.
El caso de Benkhemassa es el más llamativo. No contaba para el entrenador a principio de pretemporada, por lo que al igual que Cifu se le incluyó en el ERE por motivos deportivos más que económicos. La ficha del mediocentro argelino es de 80.000 euros, el mínimo de LaLiga. Será una de las 18 fichas profesionales ya que su actitud y rendimiento han acabado convenciendo a un Pellicer que lo ha puesto titular en las tres jornadas ya disputadas. Ahora, solo queda oficial que Luis Muñoz pueda ser inscrito, cosa más que probable, y la llegada de la ficha número 18 para que el Málaga tenga cerrada su plantilla. Lombán y Benkhemassa también hicieron historia siendo los supervivientes del ERE.
Y un centro del campo como martin o samdro