La lista de espera, el prólogo de una temporada histórica

Arranca la campaña con la mayor cifra de abonados en la historia del club. La lista de espera, el prólogo de una temporada histórica.

Punto y final a la campaña de abonados del Málaga CF para la temporada 2023/2024. Sin duda alguna, un éxito sinigual que ha roto con todas las mejores cifras históricas recogidas. Un total de 26.550 socios acompañarán al equipo de Sergio Pellicer en su temporada de regreso al fútbol profesional. Una malagamanía que ha obligado a la dirección del club a llevar a cabo medidas administrativamente hablando totalmente improvisadas por la altísima demanda que ha requerido. Al margen de lo que suceda deportivamente sobre el verde, esta temporada ya entra en los anales de la historia de la entidad como la eclosión de la malagamanía que hizo La Rosaleda pequeña.

Hagamos un repaso de lo que ha sido la campaña, que arrancó el 8 de julio, hace apenas un mes. El primer día hábil de la campaña de abonos, el club registró un total de 5.000 altas. Desde ese momento, no permitió más a expensas de que quedasen libres las plazas de los aficionados que no renovasen. Irremediablemente y tras una acudida en masa para renovar, el club tuvo que acometer una medida excepcional. Habilitar una lista de espera para cubrir las 750 butacas libres en Martiricos. Siempre se ha llevado a cabo una campaña de invitación a nuevos malaguistas para que se abonen, pero la locura de este verano obliga a la entidad a poner límites. Pues bien, el club, en apenas 14 horas, ha registrado más de 7.000 formularios para acceder al sorteo de los carnets.

En total, serán 26.550 los socios que colorearán las gradas del Estadio de La Rosaleda esta temporada. Una cifra limitada por el club, que se ve obligado a reservar un porcentaje de la entrada para ticketing. Sin duda alguna, unos números que encajan a la perfección con el proyecto de la Nueva Rosaleda. Estamos hablando de estadio de 45.000 espectadores. En el fútbol, como en todo, existen las modas que otorgan fama o números a determinados productos, personajes o entidades, pero no parece ser el caso del malaguismo. La ola de malaguismo que se viene gestando estos últimos meses en la capital de la Costa del Sol no encuentra un parangón similar. Veremos donde acaba todo esto y si sigue evolucionando de manera sana, pero es, sin duda, el principal baluarte de una entidad que ha coqueteado con la desaparición y que ha sido salvado por su gente.