Con la mala dinámica y solo 12 puntos sumados de los últimos 42, la duda sobre un cambio de sistema comenzaba a perfilarse como una opción necesaria. La defensa ha dejado de ser la gran certeza del equipo de Sergio Pellicer, habiendo encajado 19 goles en los últimos 14 partidos. Desde el parón invernal, el conjunto malaguista ha generado dudas en todas sus líneas, pero lo más sorprendente ha sido la pérdida de seguridad atrás. Por ello, el técnico de Nules recuperó la formación con tres centrales y dos carrileros para el partido ante el Huesca, en busca de volver a convertir la defensa en una garantía y poder centrarse en los problemas ofensivos.
Este sistema ya fue utilizado en tramos de otras temporadas por Sergio Pellicer. Volviendo a la fatídica campaña 22/23, el entrenador comenzaba su segunda etapa malaguista con una racha negativa: cuatro derrotas, tres empates y una única victoria. Tras ello, cambió el plan inicial y colocó una línea de tres centrales que, acompañada de dos carrileros profundos, dio seguridad a un equipo que lo necesitaba. Desde ese cambio y hasta el final de la temporada, el equipo consiguió darle la vuelta a la dinámica y sumar cinco victorias, cuatro empates y tres derrotas. Aquel sistema destacaba por la profundidad de sus carrileros, la calidad con balón de sus centrocampistas y la llegada que aportaban los dos mediapuntas que jugaban por detrás del nueve.
El pasado lunes vimos el resurgir de este sistema, adaptado a las piezas actuales de las que dispone Sergio Pellicer. En defensa saltó la sorpresa con la titularidad de Jokin Gabilondo por delante de Carlos Puga; el resto, lo esperable. En el centro del campo, fue Juanpe quien acompañó a Manu Molina, algo entendible si se comparan los perfiles utilizados por Pellicer en la 22/23, principalmente Febas, Ramón y Jozabed. Por último, los mediapuntas fueron Larrubia y Lobete, que escoltaron a Chupete. El equipo salió con un planteamiento valiente hasta que el Huesca, tras un error inicial de Galilea en salida, comenzó a presionar con mayor intensidad a los centrales. Esto dañó su confianza, y el equipo acabó abusando del balón en largo, saltándose la línea de centrocampistas, clave para llevar el juego a tres cuartos.
El cambio tuvo un efecto inicial positivo, aunque esto no se reflejara en la segunda parte. Por ello, parece lógico pensar que Sergio Pellicer debería seguir apostando por este sistema en lo que queda de temporada. Con el partido de Ipurúa en la cabeza y las dudas sobre su continuidad, Pellicer ha sacado a relucir su sistema salvavidas para este último tramo de la temporada.
Pues la primera vida la perdimos el lunes con ese sistema. Ya solo nos quedan 7.
Y este artículo nos recuerda como el inepto que nos mandó a primera ref sigue aquí desde entonces, y haciendo méritos para repetir la hazaña.
Yo pienso igual, los primeros minutos del Málaga fueron buenos, mientras Pellicer siga debería seguir con ese sistema y hacer posible con un 11 tipo mas fijo
Un 1-9-1 tampoco es mal sistema. Con un poco de suerte se empata y todo.
Ese sistema es una ruina para perder o empatar con suerte, no lo sostuvimos con una mejor plantilla ni de coña ahora
Lo repito, Pellicer 2 victorias por cada 10 partidos… da igual el sistema…. No vale…..
El equipo lleva tieso desde que se fueron a comerse los turrones. A estas alturas es evidente que no va a haber ninguna reacción porque de donde no hay no se puede sacar.
Recemos por rascar los puntos que podamos, no perder ningún duelo directo y que Zaragoza y Eldense lo hagan igual o peor que nosotros.
Esperemos que el paqueton de Pellicer no pase a la historia por descendernos dos veces en apenas dos años, y eso que quiere mucho al Málaga.
Así bajo el Depor de Lotina y Valeron, tres centrales….1 – 0
«Hacemos más aguas que el Titanic».
O cortamos la sangría en defensa ya, o nos vamos al hoyo.
Con línea de 4, de 5 o de 6..si no se entregan al 100% hasta que el árbitro pite el final del partido, no hay nada que hacer