Quizás una parte de la afición pueda pensar que en Martiricos no solo aterriza un exmalaguista, también un entrenador de poco bagaje. En el fútbol europeo sí, pero presume de una extensa trayectoria en los banquillos alrededor de América. En su Argentina natal goleó al Boca Juniors (4-0) a los mandos del San Lorenzo para alzar la Supercopa de 2015, pero en Chile no solo clasificó al Palestino a la Libertadores, sino que marcó época en el Colo-Colo. Esta fue la huella de cuatro títulos de Pablo Guede.
Una liga -el Torneo de Transición en 2017-; la Copa Chile 2016, cuando el equipo Popular la conquistó por undécima vez; y dos supercopas: 2017 (4-1 al Universidad Católica) y 2018 (3-0 al Santiago Wanderers). Todo esto en un total de 75 partidos al frente con un historial de 40 victorias, 17 empates y 18 derrotas… y un promedio de casi dos goles por encuentro (1,88), lo que precisamente más falta le hace al Málaga tras las estadías de José Alberto y Natxo González.
A La Rosaleda llega con el equipo en crisis de resultados, un vestuario que no es tan perfecto como se dice de puertas para fuera y una racha de cuatro choques consecutivos sin ver portería. Además, una sola victoria desde que el técnico vasco ocupó el banquillo Joaquín Peiró, que ya tiene nuevo dueño. No es una conclusión, aunque sí una toma de contacto la huella de cuatro títulos que dejó Pablo Guede en el Colo-Colo.
