En Martiricos son muy conscientes de la situación complicada que se está viviendo. Es por eso que el Málaga CF ha intentado calmar las aguas estos últimos días, sin resultado por cierto, con algunas ideas para que el incendio deportivo del club se contenga. Sin embargo, de puertas para adentro tiene muy clara cuál es la receta. La única tabla de salvación para Pablo Guede son los puntos. No valen tres, hace falta más. Pocos entrenadores han escapado del «vete, ya» en La Rosaleda. Para que Guede pueda superar esta prueba tendrá que ganar en Tenerife y luego hacer lo propio al menos algunas jornadas más. Es la fórmula segura, lo otro es un verdadero milagro.
En su momento, Bernd Schuster supo lo que esto significa. Era noviembre de 2013 en el Málaga CF post Champions League. La Rosaleda estalló ayer contra Schuster tras un gol de Muniain que le daba al Athletic la victoria sobre el Málaga. No fue un grupo de aficionados, sino el estadio entero cantando: “Schuster, vete ya”. Durante los últimos minutos y al finalizar el propio encuentro. El Málaga acumulaba una victoria en ocho jornadas y miraba de reojo al descenso. La siguiente jornada, el club de Martiricos fue a Villarreal, en puestos europeos. Un gol de Weligton en el 89′ salvó al alemán. Después de aquello, dos victorias seguidas que calmaron las aguas.
El club cambió de rumbo internamente y externamente. Husillos entró en escena en navidades, mes de diciembre. Reforzó al entrenador, pese a que uno de los motivos de su marcha aquel verano fue la llegada de Schuster. También reforzó el equipo con la llegada de Amrabat en enero. El resto de la historia ya se conoce. Schuster aguantó los «vete, ya» de La Rosaleda, el Málaga CF se salvó y el alemán dio paso a Javi Gracia. Hay otros casos de entrenadores que estuvieron en la picota y se salvaron (Pellegrini o Tapia), pero ninguno llegó a tener un clamor como el que vive ahora Guede. Solo Schuster…
Ya está bien de meter tanta toxicidad contra el Málaga parecéis el programa de salvame dedicarse a otra cosa ya estamos hartos de ustedes.
Habla sólo por ti y deja de arrogarte la opinión de los demás, cada uno tenemos la muestra y el periodista la suya. Con todo respeto.
Malaga la bombonera, comete la rosaleda entera.