Un empate en dos jornadas. Es el balance del Málaga CF desde que la crisis del Covid-19 dejó paso al regreso de las competiciones deportivas. Los blanquiazules no han comenzado con buen pie su desescalada. Un punto de seis, un gol a favor y tres en contra y dos expulsiones. Son los resultados de un equipo al que no le ha sentado nada bien este parón. Los blanquiazules acumulan cuatro partidos sin ganar si añadimos el empate con Las Palmas y la derrota contra el Zaragoza, partidos que se disputaron en el mes de marzo antes de los tres meses de parón. Una dinámica insuficiente para que el Málaga se salve.
Dos puntos de doce posibles no son una buena dinámica. Con 27 puntos todavía en juego, las cuentas dicen que los malaguistas solo conseguirían cuatro puntos más. Una cifra que dejaría el recuento total de puntos de los blanquiazules sería de 43, a todas luces insuficiente para la complicada empresa de la permanencia. Está claro que las dinámicas cambian y que probablemente ningún equipo de los de la zona baja no vaya a sumar más de cuatro puntos. Los de Pellicer tienen que vigilar su situación. El técnico de Castellón dio mucho valor a los primeros tres partidos y a conseguir alguna victoria en ellos. El del sábado ante el Extremadura es la última oportunidad.
50 puntos son la salvación
Las cuentas de la permanencia son muy diferentes según las últimas campañas que se miren. Desde los 51 puntos necesarios en las temporadas 2010 y 2014 hasta los 45 que fueron necesarios el curso pasado. Para no pasar apuros, el Málaga debería sumar al menos 11 puntos de los 27 que todavía hay en juego. Extremadura, Lugo, Albacete y Deportivo son los encuentros marcados a fuego para esta recta final del campeonato. Lo que sí está claro es que el Málaga tiene que cambiar esta dinámica insuficiente de partidos sin vencer.
