El centro del campo lleva siendo un dolor de muelas malaguista toda la temporada por culpa de las lesiones. Primero fue Luis Muñoz, después Genaro Rodríguez y ahora es Jozabed. Un problema con el que Pablo Guede va a aprovechar para remediarlo con la «bola» que Dani Lorenzo merece. El argentino elogió el buen hacer del ’42’ en Tenerife, aunque lamentó la mala fortuna que tuvo por sus problemas físicos nada más llegar al banquillo Joaquín Peiró.
Estas fueron sus palabras en la Juan Cortés de La Rosaleda: «No tenía dudas de que iba a jugar desde el primer día que lo subí. Tuvo mala suerte conmigo, porque cuando llegué se lesionó y lo mandé para abajo. No pude darle la bola que realmente merecía. No le pesó el escenario y yo lo sabía. Creo que lo hizo bien». Unas declaraciones que concuerdan con sus cifras en el Heliodoro: 45 toques con el balón para un 89% de acierto en el pase -31 de 35- y tres despejes, el mismo número de duelos divididos que ganó en nueve intentos, a pesar de sus siete posesiones perdidas. Ya en el tramo final le dejó su lugar al papá David Lombán.
Lo del marbellí no es el fruto de la casualidad, ya explotó con José Alberto en la primera vuelta. Por todo el malaguismo es recordado su recital en Ipurúa contra el Eibar en lo que fue una de las mejores actuaciones individuales que se ha visto este curso en la Costa del Sol. La «bola» que Dani Lorenzo merece es mucho más grande y estas dos jornadas finales que restan pueden ser el escenario idílico para el joven canterano que cumplió 19 años en abril. El Málaga necesita calidad y a este le sobra.
La verdad es que no comprendo como JAL le dio bola y siendo el mejor en los partidos que jugó lo relegó, lo quitó de las alineaciones y lo hizo desaparecer
Incomprensible porque con esa calidad hay pocos en un equipo tan mediocre