Ya son cuatro los bolos que ha disputado el conjunto de Martiricos en esta pretemporada 22/23. La puntería aún no se ha afinado, y con jugadores como Rubén Castro y Fran Sol en punta, la suerte no ha estado del lado blanquiazul. Por otra parte, la amenaza llega por alto y desde atrás.
Hull City, Balona, Cádiz y Almería han sido los rivales del equipo costasoleño. Si bien es cierto que la madera está repeliendo los tantos de los de Martiricos -ya van tres ocasiones en las que Rubén Castro, Luis Muñoz y Jozabed ven frustradas sus aspiraciones de anotar-, los únicos dos tantos han llegado de jugadores que a priori no están llamados a aportar en esos registros.
Como si de una torre se tratara, el Málaga está construyendo desde atrás en este sentido. El Hull City fue la víctima de Andrés Caro, que se impuso por el aire en una jugada a balón parado para perforar la meta de Ingram. De la nada, los blanquiazules encontraron en el de Rincón de la Victoria el tanto del empate provisional en aquel momento. La historia hoy se ha repetido de la mano de Esteban Burgos frente al Almería. Con la testa envió al fondo de las mallas un balón que estableció las tablas en el marcador.
Un Málaga que, a pesar de sufrir en el balón parado, establece su principal amenaza veraniega por alto y arrancando desde atrás. Siguiente parada, el Xerez en el Municipal de Chapín en apenas 24 horas.
