El Málaga está de crisis. Es una realidad pese a la victoria conseguida en Santo Domingo hace ya una semana. La nueva derrota en casa ante el Zaragoza ha traído de golpe los fantasmas que se hicieron grandes tras perder contra la Ponferradina. Las culpas están repartidas. Muchos señalan a la situación del club, otros al entrenador, otro a los jugadores… La crisis tiene muchos padres en Martiricos. Por parte de los futbolistas algunos empiezan a estar ya en la picota por culpa de su bajo rendimiento. Son los casos de Orlando Sá y Jozabed. Dos de los habituales recambios del técnico de Castellón.
Las cifras dicen que tanto el punta portugués como centrocampista sevillano son los dos jugadores que más entran desde el banquillo. Orlando Sá ha jugado un total de 12 partidos entrando desde el banquillo mientras que Jozabed lo ha hecho en 10 ocasiones, todas cifras en LaLiga SmartBank. En defensa del delantero hay que decir que salvo en 5 ocasiones, esos partidos no superaron un total de diez minutos. La media de minutos por choque sale a 12. No es tiempo suficiente. Pero los datos también dicen que el luso es totalmente intranscendente cuando entra al campo. Cero goles y cero asistencia en el torneo de la regularidad.
Algo parecido le ocurre a Jozabed. El sevillano es otro de los recambios más utilizados por Pellicer. El centrocampista ha jugado una media de 22 minutos en esos partidos. Por desgracia para el Málaga solo en uno de ellos volteó su resultado a positivo tras su entrada al césped. La realidad la dan los datos. En esta estadística también podría entrar Jairo, cuya aportación en este curso 2020-2021 también se está quedando corta. El binomio Orlando Sá – Jozabed no le funciona a Pellicer como revulsivo en los partidos.
