Ante el Numancia, el Málaga contó con su principal novedad en el lateral derecho. La ausencia de Cifu, que había estado entre algodones durante toda la semana, fue ocupada por un Ismael Casas que con su actuación consiguió que no se echara de menos el pundonor del defensa granadino. El canterano completó un partido muy correcto y su único lunar fue la escasa participación en ataque en comparación a las versiones anteriores que siempre hemos visto en un Ismael Casas que no jugaba desde la jornada 9 en Zaragoza.
El de Linares se ha convertido en un seguro puntual. Un seguro porque en cada ocasión que ha jugado, el lateral de la Rojita ha cumplido con creces sus funciones. Tres partidos y tres aprobados con solvencia. En Santander, con el club en pleno incendio, el defensa dio un clinic sobre como tiene que jugar un carrilero, aquel día Víctor Sánchez del Amo optó por jugar con una defensa de cinco y donde Ismael completó unos números de nivel para tratarse de su primer partido de fútbol profesional. Repetiría en La Romareda, uno de los escenarios que imponen dentro de la categoría de plata. Ni corto ni perezoso, Ismael subió el nivel e incluso asistió a Sadiku en el gol que abrió el marcador y que sirvió para que los blanquiazules rascaran un punto ante un rival de cotas altas.
Es puntual también, porque cada partido que el joven zaguero ha disputado ha conseguido sumar. Dos victorias (Numancia y Racing) y el anterior empate mencionado ante el Zaragoza son la prueba perfecta para reconocer que la ausencia de Cifu no se nota cuándo es Ismael Casas el que ocupa su lugar. Ante el Cádiz, se abre la encuesta sobre quién debería ocupar el lateral derecho. Seguir con un Cifu que ha funcionado a medias este curso o apostar por comenzar a rejuvenecer un equipo que de mantenerse en Segunda, tendrá que poner las cartas en la mesa de la cantera sí o sí.