Desde que se instituyó el sistema de puntuación que otorga los tres puntos por victoria, el empate con su único punto como botín, suele ser poco valorado. Esta apreciación gana más enteros, sobre todo, si enfrente hay un rival directo en la clasificación que consigue ganar su partido mientras tú solo logras la igualada. Una vez consabidas estas circunstancias lapidarias, Hay Empates y Empates. No puede tener la misma valoración el logrado en Can Misses en esta última jornada, que el que se produjo siete días antes en La Rosaleda ante el Córdoba, o en el mismo escenario tiempo atrás frente al Castilla, así como aquél con el que se saldó la visita al Colombino del Recreativo de Huelva.
Partiendo de la base que el principal objetivo no puede ser otro que ganar, sea donde sea y contra el rival que sea, establecer tablas en el campo de un rival directo por el ascenso, es motivo de satisfacción. Y lo es más si tenemos en cuenta las circunstancias que rodeaban al equipo en esta jornada. El Málaga arrastra una larga lista de ausencias que merman la ya de por sí descompensada plantilla. Llegar a esta importante cita sin poder contar con los lesionados Sangalli, Juande, Juanpe, Manu Molina, Kevin y el añorado Ramón, con Mussa y Víctor García en el banquillo de forma testimonial tras recibir el alta médica de forma reciente, y, por último, Galilea, sancionado; no hacía presagiar nada positivo y por ello, este empate tiene un importante valor anímico y de autoestima.
Dicho todo ello, y una vez analizado y valorado el punto conseguido en Ibiza, no hay excusas posibles para pensar que ante el Alcoyano, en La Rosaleda y con la afición en las gradas apoyando de forma incondicional como en todos los partidos, no haya otro resultado imaginable que no sea el de la victoria.
No puede quedar en el tintero la valoración positiva de los jugadores escogidos para la ocasión. Con una nota alta para los escogidos por Pellicer para afrontar el partido por su esfuerzo en el terreno de juego, una vez más Alfonso Herrero vuelve a llevarse los elogios con sus intervenciones en la portería, y capítulo especial merecen Murillo, convertido en todo un muro en el eje de la defensa con solvencia y sin titubeos pese a la falta de partidos, y el de nuevo salvador y goleador Haitam (vaya golazo y qué forma de seguir ganando confianza).
Acabo recordando de nuevo que Hay Empates y Empates. Tiene su valor que el Málaga encadene 12 partidos sin perder, 11 de liga junto al de Copa del Rey, pero a pesar de los contratiempos, hay que poner todo para volver a cantar la victoria para evitar que se distancie más el Castellón (líder a seis puntos), aspirar a superar al Ibiza en la segunda plaza, y, ojito, mantener o ampliar distancias con el Antequera y el Intercity, cuarto y quinto, respectivamente, que vienen apretando por detrás. Como dijo Luís Aragonés: Hay que Ganar, Ganar y Volver a Ganar.
Gran profesional sr Velasco
Este no ha sido un empate cualquiera, ha sido un puntazo.
No es lo mismo ir ganando y que te empaten, que ser tú quien le dé el mal rato al rival. Hay mucho positivo que sacar: Dani Lorenzo vuelve a dar señales de vida, Murillo dando una patada en la puerta y marcando territorio, Haitam que se encuentra en estado de gracia y, en la portería una muralla toledana, que nunca falla…solo nos faltaría que los delanteros metieran entre los dos, un gol por semana.