Pablo Guede y su efecto. La Guedeneta. Guede y sus pibes. El Málaga de Guede. Guede, Guede, Guede… Podría completarse así, con el nombre del argentino repetido 300 veces la noticia que usted va a leer. Esto ya no es una ilusión, es una realidad. El 0-3 del Málaga fuera de casa deja claro que con flor o sin flor, algunos siguen buscando los tres pies al gato, el Málaga es otra cosa desde que Pablo Guede llegó al banquillo. Solo el tiempo dirá si es el entrenador del ascenso del Málaga a Primera, o si el recuerdo que deja en el banquillo es imborrable.
Lo que es una certeza es que salvo milagro de los que vienen por detrás, Pablo Guede será el entrenador de la permanencia del Málaga en la temporada 2021-2022. Que bueno que viniste, Guede. Es lo que piensa el aficionado blanquiazul. El Málaga no ganaba fuera de casa en Liga por 0-3 desde 2011. En 2018 ganó 1-4 en Alcorcón y pare usted de contar. Este equipo del argentino ya no es una ilusión de los abuelos cebolleta que recuerdan con cariño el hat-trick ante el Terrasa en la liguilla de ascenso de 1998.
Guede desprende esa ilusión en cada una de sus palabras. El preparador del equipo malacitano empieza a ganar los partidos, o a competirlos al menos, desde la sala de prensa. Es una virtud que no asegura los tres puntos, pero sí otras cosas necesarias para la victoria. “Es muy pronto para asimilarlo. Mi cabeza ya está en Eibar. No puedo dejar 15 minutos para disfrutar porque esto es de los jugadores. Contento, pero por ellos sobre todo”. Era todo lo que decía Pablo Guede sobre lo que está viviendo en el banquillo malaguista. Guede, que bueno que viniste al Málaga, recita de memoria el aficionado.
Este entrenador me recuerda muy a Viberti, no físicamente, tampoco en lo locuaz, Guede creo que tiene un carácter más fuerte, Viberti era un ídolo fuera y dentro del campo pero ambos tienen ese carisma que solo tienen los argentinos y qué tanto gusta al aficionado malagueño, ambos transmiten malaguismo y Málaga se lo devuelve con cariño.