La derrota del Málaga por la mínima ante el Zaragoza pone punto y final a la racha que el cuadro costasoleño mantenía jugando como local. Y es que el conjunto de Sergio Pellicer acumulaba nueve partidos consecutivos sin perder bajo los cimientos de La Rosaleda. La última data del 12 de octubre del año pasado –Málaga 1-2 Cádiz-. Ambos equipos son los que dormirán esta noche en puestos de ascenso directo a Primera.
Hasta el día de hoy, las sensaciones eran muy buenas y tiene que seguir así, ya que los boquerones han hecho méritos de sobra para llevarse los tres puntos, pero sin la recompensa de la efectividad de cara a portería. Cuatro victorias y cinco empates despejaban todas las dudas de algunos partidos malaguistas sobre el verde de Martiricos.
17 puntos sobre 27 posibles con 15 goles a favor y tan solo 8 en contra. Tal y como ha reflejado Sergio Pellicer en la rueda de prensa posterior al partido, hay que reponerse de este varapalo y mirar para adelante. Son seis partidos los que le queda al club blanquiazul por jugar en territorio conocido: Huesca el próximo sábado, Extremadura, Girona, Albacete, Deportivo y Alcorcón. Pueden ser 18 puntos determinantes de cara al futuro en la competición, tanto para lo bueno como para lo malo. Como en casa, en ningún sitio.