Fin de semana triste para todo el malaguismo. Tras conocer el fallecimiento de Francesc Arnau, Fernando Sanz ha comparecido a través de los micrófonos de Radio Marca Málaga para honrar la memoria de quien fuese su compañero de vestuario y amigo.
En un estado aún de incredulidad, el expresidente y exjugador del Málaga C.F. recordaba sus inicios en el club. «Cuando Arnau llegó en 2001, estuvimos como compañeros de vestuario. Una vez pasé la presidencia en el año 2006, él estuvo cuatro años siendo jugador y por momentos capitán. Le propuse ampliar su contrato y bajar el sueldo por la situación económica, y no puso impedimento ninguno. Su objetivo era seguir en el Málaga e incluso retirarse, como acabó haciendo. Él es y será recordado siempre como uno de los grandes jugadores de la historia del Málaga«.
A la hora de recordar su carrera deportiva, Sanz quiso destacar el carácter del ex-portero del Málaga C.F. «Rindió a un gran nivel, pero nunca se le vio como lo que era: un grandísimo portero. Nosotros los compañeros sabíamos que con Arnau teníamos un portero de garantías, alguien que nos salvó de muchísimas derrotas y empates«, destacaba.
También llevó a cabo un repaso a su gestión como director deportivo en el club de Martiricos. «Como ejecutivo de un club, todo el mundo tiene momentos buenos y momentos malos. Él los tuvo muy buenos con Casanova, y otros malos como el descenso del equipo», explicaba Sanz sobre la estancia de Arnau en la directiva malaguista.
Para terminar, quiso hacer un repaso a cómo era Francesc Arnau como persona. «Era una persona demasiado buena. No tengo cosas negativas de Arnau. Estoy pidiendo a gente que me den recuerdos de esa época para hacer memoria sobre una etapa maravillosa de mi vida, en la que estuvo Arnau. Yo era defensa central y él portero, imagina la cantidad de batallas con las que hemos lidiado», comentaba. «Recuerdo cenar en mi casa con su familia. Le encantaba hablar de fútbol. Podías hablar con él hasta tener que echarlo. Era un apasionado del fútbol«, recordaba de forma amistosa Fernando Sanz, que lo recuerda como el buen portero y la buena persona que fue.