Cinco lesiones de gravedad en las dos últimas temporadas en el Málaga CF. Calero, Chavarría, Luis Muñoz, Víctor Olmo y recientemente Haitam. Cinco futbolistas sufrieron en dos años la fatídica noticia de la rotura del ligamento cruzado. Un expediente LC en La Rosaleda y que afectó, no solo a sus protagonistas, sino a la propia entidad de Martiricos que en algunos casos tuvo que acudir de urgencia al mercado.
Diciembre de 2020. El primer caso es el de Iván Calero. El lateral se rompió en Almería. Hasta noviembre de 2021 no volvió a disputar un partido. El Málaga buscó una solución rápida y firmó a Alexander González. Calero, que se marchó cedido al Alcorcón en ese mercado invernal, es titular indiscutible en el Cartagena tras rescindir su contrato este verano con el Málaga.
Meses después, le llegó la mala noticia a Pablo Chavarría. En Anduva. En una pugna con el central Vivian del Mirandés se rompió el cruzado. Marzo de 2021. El club oteó el mercado de agentes libres y firmó a Scepovic. Pese a que el argentino tardó en recuperarse sí superó esos problemas en la rodilla. No tanto los musculares que han mermado su rendimiento en los últimos tiempos.
Luis Muñoz fue el tercero. Octubre de 2021. Se lesionó en una sesión de entrenamiento y apuró hasta el máximo para regresar el curso pasado. Volvió y forzó su físico para firmar la permanencia con los de Guede. Este curso ha tenido problemas musculares.
Olmo y Haitam, también con fractura del ligamento cruzado
Los dos últimos expedientes LC proceden de la cantera. Ambos en La Rosaleda como escenario fatídico. Víctor Olmo y Haitam. Pese a tener ficha filial, los dos futbolistas hicieron la pretemporada con el primer equipo. Formaban parte de la planificación de la primera plantilla y tenían el papel de ser importantes, pero ambos cayeron lesionados de gravedad.
El gaditano se rompió el ligamento cruzado en un encuentro con el filial ante el Torreperogil el pasado 3 de octubre. Operación y una larga travesía hasta que regrese al verde. El último soldado en caer fue Haitam. Lo hizo justo en su mejor momento. Tras marcar en Zaragoza y generar el penalti frente a la Ponferradina. El marroquí rompió la puerta con su fútbol vertical. Con desborde, 1×1 y una serie de recursos que no existen en la primera plantilla. Ahora, operación y una temporada perdida. Otro caso más del Expediente LC de La Rosaleda.
Algún especialista en entrenamiento deportivo de alto nivel que tenga respuestas?. Esto no es normal para nada por mucho que lo quieran justificar con la mala suerte.
Ya lo digo en otro comentario y así es, no es normal lo que está pasando, algo pasa en temas de entrenamiento, fisioterapia, alimentacion, no sé pero muy raro todo