Hay una delgada, fina y prácticamente invisible línea que separa el cielo del infierno y Escassi está ahí, entre el bien y el mal. Esa es la situación del futbolista malagueño, quien vio el sábado cómo gestó su tercera expulsión en lo que va de temporada por la polémica entrada sobre Yanis Rahmani. Pero la cosa no queda aquí, también acumula trece cartulinas amarillas en las 32 jornadas que lleva sobre sus botas. El Málaga no puede permitirse el lujo de perder al ’23’ más allá de la visita a Las Palmas.
¿Por qué? El liderazgo, rendimiento y polivalencia del paleño hablan por sí solos. Pablo Guede encuentra en su figura al central que puede sanar la herida de Juande. Sin embargo, el viernes habrá un problema y de los gordos en la zaga, el cordobés no apunta a llegar y Andrés Caro ya está concentrado con la Sub-18 en Marruecos. Aquí es cuando te lleva a pensar que David Lombán y Pey darán un paso adelante con Genaro Rodríguez también involucrado en la ecuación.
La cuestión es que el hombre de los espetos tiene que -en la medida de lo posible- regular la búsqueda de las amonestaciones. Tal es la frecuencia que llegó a ver ocho tarjetas amarillas en una racha de doce partidos -cinco de ellas en choques consecutivos-, desde la derrota en La Rosaleda contra el Leganés hasta el fracaso en el Fernando Torres ante el Fuenlabrada. Escassi se encuentra entre el bien y el mal y en Gran Canaria podrían haber consecuencias sin su presencia.
Quitando la justicia o injusticia de la expulsión, yo creo que Escassi es un jugador que a pesar de su veterania no controla bien el ir por los balones divididos, de ahí su gran cantidad de tarjetas recibidas
Va como un toro a cortar la jugada y arrolla a todo lo que se encuentre, lo mismo le da si es jugador que balón y claro ahí están los resultados