El VAR fue uno de los grandes protagonistas en el tropiezo ante el Amorebieta; Trujillo Suárez rectificó en varias acciones, todas ellas en contra de los intereses blanquiazules. Hoy fue de esos días que no salió nada, ni siquiera los locales tendrían fortuna con las decisiones finales en el videoarbitaje, parece que todas ellas acertadas. No hay excusas. El Málaga completó ante el Amorebieta el partido más flojo del curso. Se avecina una semana difícil en Martiricos después de dos pinchazos seguidos en la Liga Smartbank.
En el minuto 18, caía Sekou en el área del Amorebieta por un evidente agarrón. Después de varios minutos de deliberación en el VAR, a Trujillo Suárez le llaman para que vaya al monitor. Todo hacía indicar que iba a señalar la pena máxima a favor de los blanquiazules. Pero no, el colegiado señaló finalmente fuera de juego. Un jarro de agua fría en La Rosaleda. En un porcentaje muy alto, y más en España, si el arbitro va a la pantalla es sinónimo de penalti. Ni eso…
Víctor Gómez marcaba un buen gol a veinte minutos del final. Un buen disparo raso, que toca en la madera y se fue para la cazuela. El asistente levantó la bandera: Peybernes se cruza en la trayectoria de la pelota, dejando la pelota pasar. Fuera de juego por molestar a Unai. El enésimo mazazo de la tarde y un Málaga al que se le esfumaban las opciones de puntuar.
Genaro y su expulsión protagonizarían la última jugada polémica del choque. Le mostraron la amarilla por una entrada fea y aparatosa, al menos pareció así en directo. Rápidamente, toque de atención del VAR y Trujillo Suárez rectificaría el color de la tarjeta: le clavó los tacos en el muslo a Álvaro Peña. Justa decisión.
Este arbitro es un gafe para el malaga cuando supe quien pitaba me dige hoy no ganamos, y dicho y hecho, y del Málaga ni hablo