El Comité de Competición dio oficialidad a la roja que Sergio Pellicer vio en el duelo del pasado domingo contra la Ponferradina. LaLiga confirmó su sanción de dos partidos para el de Castellón. Los dos siguiente encuentros serán ante Leganés y Girona, dos choques ante equipos de nivel en los que el preparador de Nules no podrá sentarse en el banquillo. Pellicer tendrá que estar en la grada y tirar de teléfono móvil para comunicarse con su sustituto. Esta persona no es otra que Manolo Sánchez. El fiel escudero de Pellicer y segundo entrenador de los blanquiazules recibió la noticia en el día de su 29 cumpleaños. Poca broma la que le espera en los próximos días.
Su trayectoria en Martiricos es amplia. Se incorporó al San Félix hace ocho años cuando tenía tan solo 21 años. Estuvo de segundo entrenador del San Félix, que ese año ascendió a Juvenil (Liga) Nacional. También formó parte del cuerpo técnico de Manel Ruano haciendo de analista. Volvió a estar con Pellicer en el San Félix y ya toda esa carrera la hemos hecho junto al entrenador de la primera plantilla malaguista.
En una entrevista concedida al club, habló de sus funciones dentro del cuerpo técnico. “Yo me encargo del informe del equipo propio, del equipo rival, que lo hacemos entre ‘Capa’ que es el analista, el míster y yo. A partir de ahí, también me encargo de las acciones a balón parado ofensivas y defensivas. El diseño de tareas, la planificación de tareas diarias participamos el míster y yo en cuanto a lo técnico-táctico y estamos involucrados en todas las tareas de aspectos condicionales de temas físicos con Julio y Enrique”, comentaba Manolo Sánchez con humildad.
El malagueño tiene una función clave en los partidos. “Dentro del partido me dedico a corregir cierto posicionamiento que no se esté haciendo bien o corregir ciertas acciones que nos permitan mejorar como marcar jugadas, que ellos tengan claro qué tipo de jugada vamos a hacer en cada momento. Esa es mi función y sobre todo analizar y ayudar al míster a tomar las mejores decisiones posibles”.
