El Racing llega a Málaga con un aroma de revancha y recados alrededor del encuentro. Pocos olvidan aquel partido entre malaguistas y cántabros que mandó al Málaga al infierno de la Primera RFEF en diferido. Es cierto que los malacitanos no descendieron del fútbol profesional aquel día, pero aquella derrota en casa con la expulsión de Genaro es todavía recordada como uno de los primeros clavos que tuvo el ataúd malaguista aquel curso. La batalla entre el Racing y el Málaga por la permanencia tuvo más episodios ya fuera de los terrenos de juegos. Recados, mensajes y un cierto aire de prepotencia que no se olvida.
“Hay muchos ejemplos de grandes equipos, capitales de provincia también, con presupuestos altísimos, mucho más altos que el nuestro, que han pensado que ya tenían que aspirar a algo más y al final se pegan un bofetón. Donde están es, en lugar de en Primera División, en Primera Federación”, comentaba José Alberto López con la permanencia de su Racing recién conseguida y el Málaga descendido. El tiempo parece haber dado la razón al asturiano, cuyos números no fueron tan malos en comparación a los de los entrenadores que llegaron después (Natxo González, Pablo Guede o Pepe Mel).
Hubo más mensajes en ese momento. Iñigo Vicente también dejó un recado tras una victoria santanderina. El jugador racinguista, que volverá a La Rosaleda esta semana, lanzó un mensaje en forma de recordatorio para el sufrimiento del malaguismo “vaya fin de semana van a pasar algunos”. Más allá de eso, JAL ha demostrado varias veces que no ha superado su salida, injusta tras la reflexión del tiempo, del Málaga. Es por eso que el Racing llega a Málaga con un aroma de revancha y recados alrededor del encuentro. Los de El Sardinero son el mejor líder que ha tenido Segunda a estas alturas de la competición.