No se trata de un jueves cualquiera en La Rosaleda. Este día puede estar marcado como el último de Natxo González en el puesto. Los blanquiazules pondrán rumbo a Girona después de comer de nuevo todos juntos en las instalaciones de Martiricos. Tal y como ocurriese este miércoles, un día marcado por la visita de la Grada de Animación a la jornada de trabajo de los jugadores malaguistas. Una charla en la que no estuvo presente el entrenador y sí el administrador judicial. Algo que parece ser sintomático del rumbo que está tomando la entidad costasoleña.
La pelota está en el tejado de los jugadores y el puesto de Natxo González también. Esta plantilla ya fue clave en la salida de José Alberto López, mucho más reñida que en esta ocasión. Algunos no estaban contentos con el asturiano, pero ahora parece que son más las voces discordantes con el preparador de Vitoria. Un Natxo que sí acudió a la gala ‘Siempre Fuerte’, pero que se mantuvo en un discretísimo casi tercer plano. Las horas del técnico parecen contadas y durante la semana los ofrecimientos no han parado de llegar.
A eso de las 17h30, una comitiva de la grada de animación del club de Martiricos hacía acto de presencia en las instalaciones del Anexo, lugar de entrenamiento del equipo malacitano. Un encuentro orquestado por el club poco antes de la segunda sesión de entrenamiento del equipo este miércoles en el Estadio La Rosaleda. José María Muñoz, administrador judicial del club, y Manolo Gaspar, director deportivo del Málaga, asistieron y participaron en una charla distendida con un único objetivo común según el club. “Aunar fuerzas para que, juntos, equipo y afición caminen de la mano para lograr la continuidad del equipo un año más en Segunda.
La charla ha durado algo más de media hora y en ella se ha transmitido un mensaje de ánimo pero también de exigencia. “Estos encuentros son positivos. Sabemos que es una unión que si es positiva es muy potente”, comentaba David Lombán a las cámaras del club, que sorprendentemente difundió las imágenes. Javier Martínez y Rafael Moreno, miembros de la Grada de Animación, también expresaron sus sensaciones tras el encuentro. “Nosotros vamos a estar ahí partido tras partido. La Rosaleda tiene que ser un hervidero porque es cuando más se necesita a los malagueños y los malaguistas, porque lo necesitan los jugadores”, comentaron públicamente. La pelota está ahora en el tejado de los jugadores, al igual que el puesto de Natxo González.
Ya está bien de rollos. Los jugadores son profesionales y como tal hay que exigirles. La grada de animación está para lo que está pero no es todo el malaguismo. Los malaguistas somos muchos más y no nos sentimos representados por ellos. Son los jugadores los que tienen que dejarse el alma en el terreno de juego y ahí, pase lo que pase con el resultado estaremos todos a una. Pero con su actitud actual arrastrando nuestro escudo, indolentes y pensando más en quitarse de enmedio y en que se irán y ahí te quedas, en otros tiempos ya habría pañolada. En bien de nuestro querido Málaga, basta ya de tonterías.
Parece que estaban pactando la salida del entrenador s cambio del apoyo de la afiliación y la grada de animación.
Aquí al final quién tiene que solucionar la papeleta son los jugadores en el terreno de juego y dejarse de historias y de tonterías que el entrenador ni defiende ni ataca ni marca goles ni para en la portería.
Y el «fantastico», director deportivo, hasta cuando ???
Surrealista todo