Que nadie da duros a cambio de pesetas es una de las frases que más utilizaban nuestros abuelos para referirse a que nadie regala algo a cambio de nada. Es el caso de Keidi Bare, el Málaga CF y el Atlético de Madrid. El mediocentro albanés llegó a Málaga en los últimos días del mercado estival de la campaña 2018-2019. El jugador salió de la cantera colchonera tras una serie de problemas y una sanción de ocho partidos que acabó suponiendo su salida de la capital. Fue entonces cuando el Málaga lo firmó para jugar en el filial que por aquel entonces dirigía Dely Valdés y que jugaba en el grupo IV de Segunda B.
El club de Martiricos no pagó nada por llevarse al centrocampista. A cambio, el Atlético de Madrid incluyó una cláusula para conservar el 20% de una futura venta. Un porcentaje que ahora suena con fuerza en las negociaciones que el cuadro malacitano está teniendo con el Espanyol. Sea cual sea la cifra final, la última oferta de la entidad ‘perica’ rondaba el millón y medio de euros. Una cantidad lejana a las propuestas que rechazó el Málaga el pasado invierno por parte del Getafe.
Si el traspaso se cierra en 1,5 millones de euros, el Málaga deberá dar unos 300.000 al Atlético de Madrid, y así sucesivamente. Una cláusula lógica por parte de los madrileños pero que aprieta un poco más la negociación para Manolo Gaspar. El paleño quiere subir un poco la cifra y de esa manera arañar algunos euros más para reponer el déficit salarial que sufre el club boquerón desde la campaña pasada. Keidi ya habría aceptado la propuesta espanyolista y es que su salario en Málaga es de los más bajos de la plantilla. Keidi Bare, el Málaga y el Atlético. Una operación aristas donde los blanquiazules no quieren salir perdiendo.