Era el mes de abril de 2017, concretamente el día 5. Una fecha que no será fácilmente olvidada dentro del deporte malagueño. Aquel día, el Unicaja se alzaba con su último título oficial, la Eurocup, a la par que los blanquiazules, por aquel entonces de Míchel González, conseguía medio objetivo con una victoria. ¿Dónde? Pues en Gijón y ante el Sporting. El Málaga ya tienen experiencia en conseguir la permanencia en El Molinón. Fue la última victoria malaguista allí, pero que victoria. Las paradas de Kameni y el gol de Sandro Ramírez fueron suficientes para que Míchel ganase su primer partido como entrenador boquerón.
“Trascendental triunfo del Málaga de Míchel para encauzar definitivamente la recta final del curso 2016/17 en LaLiga”, relataba el titular de la crónica del club. “Las manos de Kameni son un de tamaño considerable. Y son de piedra. Tanta fuerza tiene que fue capaz de mantener a un equipo entero en El Molinón. El partido valía doble y el Málaga ganó con un tanto de Sandro y gracias a las paradas de su portentoso guardameta”, rezaba la de MARCA destacando al portero camerunés.
La historia ya es sabida. El Málaga CF llegaba a la cita con cinco puntos más que el Sporting. Los malaguistas tenían 27 y el club rojiblanco 22. Una derrota en El Molinón hubiese colocado a los de Rubi a tan solo dos puntos. Para dar más emoción al asunto, el siguiente rival de los de Míchel era el Barcelona en La Rosaleda. El Málaga no solo salió victorioso de Gijón, sino que además fue capaz de ganar al Barça cuatro días después. No fue una permanencia matemática, pero aquella victoria ante el Sporting ya significó media supervivencia en la categoría. En cuatro días, de poder estar a dos puntos a colocarse a once. El Málaga ya tiene experiencia de permanencia en El Molinón.
