De traca. El Málaga CF no es capaz de levantar cabeza. Si bien hace algunas jornadas la lupa se situaba sobre la figura de José Alberto López tras la humillación ante el Ibiza, las tornas han cambiado por completo. La situación primaba un cambio urgente, pero el mes ha terminado siendo negro incluso bajo el mandato de Natxo González.
Cuatro partidos de auténtica vergüenza. Con la derrota en Anduva, Natxo abría la veda de un periplo lamentable. Fue un 3-0, y el resto de partidos, a pesar de no haber tenido un resultado tan abultado, no han mejorado. Un 1-1 en La Romareda que supo a gloria tras un juego esperpéntico; un 0-1 en La Rosaleda que tuvo que servir como conformidad ante la ‘mejoría’ en defensa; finalmente, se cierra el círculo con un 2-0 en Anoeta ante el penúltimo clasificado que pone otro clavo en el ataúd malaguista.
Si bien el entrenador vasco decía tras terminar el encuentro ante el Almería que estaba «orgulloso y satisfecho«, la situación no ha hecho más que empeorar. Los jugadores no responden, y no se hace visible la ideología del míster en ningún aspecto del juego.
Tan solo 1 gol en 4 encuentros. 7 goles en contra en los mismos minutos. La sangría no frena, y el equipo va a la deriva. Los blanquiazules no tienen un plan, y las probaturas no surten efecto. El mes negro de Natxo González no hace más que agravarse. No quería el vasco mirar la clasificación, pero es necesario echarle un ojo para darse cuenta del momento que atraviesa la parroquia malaguista.
Ni con 5 defensas somos capaces de mantener la portería a cero.
El sistema defensivo hace aguas por todos lados. Nos juegan como quieren. Damos muchas facilidades al contrario para que hagan su juego. No sabemos parar al equipo que tenemos enfrente ni por dónde meterle mano en ataque. Parecemos juveniles al lado de profesionales. No damos ningún nivel de nada. Vergüenza ajena!!.
Lo peor es que viendo lo que queda de calendario hay q enfrentar a los 10 primeros en la clasificación a día de hoy, esto pinta a descenso.