El Málaga vuelve a mirar con tranquilidad hacia abajo. Es la resaca que ha dejado el completo triunfo de los blanquiazules ante el Rayo. El cuadro de Sergio Pellicer consiguió una victoria tocando todos los palos que se habían atragantado. La defensa dejó la portería a cero sin pasar apuros, se marcaron dos goles de diferencia, se anotó a balón parado y se acabó con la mala racha en casa. Un dos a cero que sitúa a los malaguistas a ocho puntos del descenso de nuevo. Todo ello justo la semana en la que la barrera con la permanencia amenazaba con romper los dos partidos (6 puntos) de ventaja.
Primero, hay que recordar que el descenso lo marca ahora mismo el Alcorcón. Los madrileños aprovecharon un fallo de Cristian, el meta del Zaragoza, para llevarse los tres puntos de La Romareda. Los alfareros son decimonovenos con 26 puntos mientras que el Málaga marca el ecuador de la clasificación en Ia categoría de plata. Los malaguistas llevan todo le año fluctuando entre los siete y diez puntos. Una renta que ha permitido que durante muchos meses se haya podido decir la coletilla aquella de que el Málaga estaba más cerca del playoff que de los puestos rojos de la tabla.
Además, los blanquiazules tienen además seis puntos más que el curso pasado por esta jornada. Por la jornada 26 del curso pasado el Málaga acumulaba tres jornadas sin ganar y estaban a dos de los cuatro últimos en la clasificación. Eso sí, los de Pellicer estaban a las puertas de una racha de tres partidos consecutivos ganando. Una racha que sirvió para ganar a Numancia y Racing en casa y al líder Cádiz fuera. El Málaga vuelve a mirar con tranquilidad hacia abajo con sus 34 puntos y encara además un tramo del calendario que hace que los boquerones sean muy optimistas.
