El equipo costasoleño es uno de los equipos a los que más está afectando la actual pandemia. Y no sólo por la cuestión económica, que también. Está sufriendo sobre todas las cosas porque el ambiente de La Rosaleda daba puntos al Málaga, está comprobado de temporadas anteriores. Acosaba a los rivales, presionaba a los colegiados y llevaba en volandas a los suyos. Jugar con las gradas vacías no le está sentando bien a los de Pellicer, que sólo han ganado dos de los seis partidos disputados como locales.
De ahí que el calor haya que buscarlo lejos de casa. Porque como anfitriones han sumado sólo 8 puntos, 2 menos que Castellón, Sabadell y Alcorcón, que cerrarían esta clasificación parcial, y que se encuentran en zona de descenso. Números que contrastan con los 18 que ha sumado en su campo el Leganés, su último rival y que se fue de Martiricos con la victoria en la buchaca.
La situación, sin embargo, cambia cuando afronta los encuentros a domicilio. En función de lo que haga en la noche del lunes el Almería, que juega contra el Albacete en el Carlos Belmonte, el Málaga podría ponerse líder de esta simbólica tabla este martes si sólo contaran los partidos como visitante… y si ganara, claro está, en Montilivi.
Con esos tres puntos, los de Pellicer, que cumplirá su último choque de sanción, sumarían 13. Si bien es cierto que también sería el equipo que más habría jugado fuera de su estadio. Pero es un dato a tener en cuenta en una Liga en la que, por mucho que se diga por la falta de aficionados en las gradas, donde más puntos se siguen sumando es con el calor de los seguidores. Y ese ambiente frío ahora de La Rosaleda está pudiendo con el Málaga.
