El Málaga CF no pudo pasar del empate en el regreso de La Rosaleda al fútbol profesional el pasado sábado. Dioni salvó con su tanto un punto ante el CD Mirandés en un gol muy especial para él. Nuestro experto táctico, Salva García, ha vuelto otro martes más con su sección de ‘El Pizarrón’ para analizar el partido de los de Pellicer en esta jornada 2. El Málaga se topó con la exigencia de esta Segunda.
Primera parte. «Hasta el minuto 20. A partir de ahí, el Málaga perdió el dominio del partido. Se enfrentó a un equipo con defensa de tres centrales y defensa de cinco atrás. Jugaban con 5-4-1 cuando el Málaga tenía la pelota. La presión que realizo el Málaga no fue agresiva, pero estuvo bien. El equipo se establecía en campo rival y esto no permitía al Mirandés salir desde atrás. Hasta el minuto 20 Pellicer tenía el partido donde quería. A partir de ahí, Juanpe y Manu Molina empiezan a dejar,mucho espacio con los centrales y se empiezan a generar muchos huecos. El gol viene de una perdida de pelota y de una perdida de espalda defensiva. No había nadie para corregir y hubo un desierto en el medio del campo. Si no llega a ser por Alfonso Herrero, el Mirandés podría haber marcado alguno más en la primera parte. Yo no vi al Málaga muy superado, tuvo momentos de estar metido en el partido, pero a los puntos como en el boxeo, del minuto 20 en adelante se lleva el combate el Mirandés».
Un disparo, un gol. «Es la manera negativa de verlo. Uno también se puede contentar pensando que en el primer remate a puerta de Dioni, acaba en gol. El Mirandés es un equipo muy por hacer. Pero, a lo que voy, es a que no deja de ser un equipo contrastado en la categoría. Hay dos formas de verlo».
Ausencia de juego por dentro. «Como ocurrió en Ferrol, faltó juego interior. Es cierto que el Mirandés acumula mucho hombre por dentro y desactivó esa capacidad de conectar por dentro. El Málaga mejoró en esta faceta con la entrada de Aarón Ochoa, pero el equipo tiene que seguir creciendo y mejorar ahí. Falta un futbolista con mejor pie para sacar la pelota. Cuando Ramón esté disponible, será el futbolista que le va a dar al Málaga esa mejora interior. Hay que poner velitas para que regrese lo antes posible. Al Málaga también le faltó juego exterior, en concreto a Larrubia. Puga tuvo alguna incorporación interesante, pero eché mucho en falta del 10. Si por dentro no hay forma de conectar pases, hay que acudir a las bandas. Lobete, los balones que tocó, trató de verticalizar y esa es la actitud. Hay que dar un tironcito de orejas en este sentido».
Roko Baturina. «Aquí la pregunta es ¿es mal partido de Roko o del equipo que no le hizo llegar balones? Tico 15 veces la pelota, perdió 7 veces el balón, casi el 50%. Gano solo un duelo de 5. Estoy en la línea de que hay que exigirle más. A él y al equipo. Es muy difícil que le pidamos que sea un delantero que venga a recibir y conectar. Si buscamos que el delantero retrase su posición, encaja más Castel. El Málaga tampoco le colgó buenos balones a Baturina. No creo que Roko haya llegado al Málaga para brillar fuera del área».
Los cambios. «El Málaga mejoró con los cambios. Al menos en la movilidad de balón y en la salida de pelota. Aarón tuvo una ocasión muy clara y le cambio la cara al partido. Cordero es el revulsivo de la Segunda División española. Hubiese apostado por él como titular. El sábado hay que ir sí o sí con Cordero. Tiene mucha intuición y velocidad. Pellicer lo tiene como una gran solución entrando desde el banquillo».
